Aprendiendo de una planta

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Gang Hee-an, un escritor y pintor representativo de los primeros años de la dinastía Chosun, fue también hábil en la jardinería. En su libro, Yanghwa Sorok, registró las propiedades de las plantas y los métodos de cultivo que había descubierto mientras las cultivaba.

Este libro, que tiene información de dieciséis plantas como el crisantemo, el cálamo aromático y la orquídea, puede compararse con algún libro que enseñe el buen carácter del hombre. Gang Hee-an dice que el propósito de cultivar flores y plantas es cultivar el corazón, desechar la arrogancia y esforzarse por la virtud; debemos aprender la integridad inquebrantable de un pino, la manera de llevar una vida tranquila de un crisantemo y la dignidad de una flor de ciruelo. Él también enfatizó el estudio de la naturaleza de cada planta, diciendo: “Ya que cada planta tiene una propiedad diferente, si cuidamos de ellas como nos plazca sin saber cómo cultivarlas, ¿cómo podrá brotar, florecer, y revelar su hermosa figura?”

Cultivar una planta es muy similar al proceso de la espera de llevar un fruto del evangelio. Hasta que sembremos la semilla de la palabra y florezca, debemos quitar nuestra arrogancia y cambiar graciosamente. Cada alma tiene su propia característica. Si no nos preocupamos por ella con cuidado, y la guiamos como nos plazca, la semilla del evangelio que sembramos arduamente, no podrá llevar ningún fruto. Para que un alma crezca hasta convertirse en un buen fruto que pueda fortalecer a los demás, primero debemos convertirnos en horticultores con mucho conocimiento, y el método está registrado detalladamente en la Biblia.