Una buena distancia ayuda a mantener una buena relación
Cada persona tiene su propio espacio y límite.
Cuando los respetamos y mantenemos una buena distancia, podemos mantener una buena relación.
En un día de invierno cuando soplaba el viento frío, un grupo de erizos se reunió acurrucado. Sin embargo, cuanto más se acercaban, más se lastimaban con sus afiladas púas. Al no poder soportar el dolor, tuvieron que dar un paso atrás. El dilema del erizo que surgió de esta historia es una metáfora sobre la psicología humana que desea intimidad en las relaciones interpersonales y mantener cierta distancia al mismo tiempo.
Las personas crecen bajo el cuidado de sus padres en casa, hacen amigos en la escuela y trabajan con colegas en sus centros laborales. En otras palabras, viven toda la vida forjando relaciones constantemente con sus padres, hermanos, cónyuge, parientes, amigos, compañeros, vecinos, etc. Mientras conversamos, intercambiamos emociones y compartimos experiencias, nos sentimos felices y, a veces, tristes y doloridos.
De acuerdo con una amplia encuesta realizada por la Escuela de Medicina de Harvard, la respuesta a una vida feliz y saludable radica en una buena relación con los demás. Una buena relación significa una relación íntima. Es porque se puede sentir satisfacción y felicidad cuando siente intimidad mientras está con alguien.
Sin embargo, si se acercan demasiado, la intimidad a menudo se convierte en incomodidad. Es como los erizos de la historia que se reunieron para compartir calor, pero luego se lastimaron mutuamente por sus púas. Un erudito dijo: “Si se aleja demasiado, siente frío, y si se acerca demasiado, se quema”, comparando la relación humana con un calentador. En efecto, es necesaria una distancia adecuada entre las personas.
Se necesita una distancia adecuada para todo
La razón por la que los seres vivos prosperan solo en la Tierra entre muchos otros planetas de nuestro Sistema Solar, es que hay agua en ella. Una de las condiciones importantes que permiten que exista agua en la Tierra es la distancia adecuada entre el Sol y la Tierra. Si la Tierra estuviera más cerca del Sol de lo que está ahora, toda el agua se evaporaría, y si estuviera un poco más lejos del Sol de lo que está ahora, toda el agua se congelaría.
Todos los animales, incluyendo las aves, peces y primates, tienen el instinto de asegurarse al menos un espacio mínimo para ellos. Cuando se acerca un depredador, los animales no huyen a menos que llegue a cierta distancia de ellos; esto se llama distancia de vuelo. Las jirafas se sienten seguras y libres de enemigos dentro del rango de 150 m, los búfalos en un rango de 70 m y los monos en un rango de 20 m. Existe una distancia en la que se sienten cómodos incluso dentro de la misma especie. Los hipopótamos, periquitos, cerdos y pingüinos tratan de mantener distancias cercanas con otros de la misma especie, pero animales como los caballos, gatos y halcones tienen la costumbre de mantenerse alejados unos de otros.
La distancia entre sí es aún más importante para las plantas que pasan su vida en los mismos lugares. Por lo general, los tomates se plantan a una distancia de 50 ㎝, los manzanos a 3 m y las metasecoyas a 25 m. Esa es la distancia que permite que las plantas reciban la luz del sol y la brisa y estiren libremente sus tallos y ramas, sin interferir en su crecimiento.
También hay un rango de zona invisible entre las personas. El espacio físico que la gente no quiere que sea invadido por otros se llama espacio personal. Este se clasifica principalmente en cuatro niveles diferentes. Distancia pública (3,6 a 7,5 m), como la distancia entre el orador y la audiencia; distancia social (1,2 a 3,6 m), como la distancia entre compañeros de trabajo o clientes en una tienda; distancia personal (46 ㎝ a 1,2 m), como la distancia entre amigos o conocidos; y distancia íntima (menos de 46 ㎝), como la distancia entre familiares o amantes.
El antropólogo Edward T. Hall explicó que el espacio personal no se refiere simplemente a la distancia física, sino a la distancia mental. Es natural que las distancias varíen según el nivel de intimidad. Sin embargo, si ignora mantener cierta distancia solo porque está cerca de ellos, puede invadir su espacio personal.
Una forma de pensar egocéntrica invade el espacio personal de los demás
¿Cómo se sentiría si alguien entrara en su casa sin permiso, se tumbara en la cama o abriera el refrigerador sin preguntar? No solo se sentiría desagradable, sino que también querría demandar a esa persona por allanamiento de morada. Sin embargo, a menudo invadimos los espacios personales de otras personas sin dudarlo, aunque somos conscientes de los espacios personales visibles.
Tendemos a cometer estos errores con personas que tienen mucha intimidad con nosotros, como los miembros de la familia. Algunos padres se entremeten en la vida de sus hijos diciéndoles qué hacer, o preguntan al cónyuge sobre cada detalle, incluso de cosas de las que no quiere hablar, pensando que no debería haber secretos o vida privada entre los miembros de la familia. O algunos incluso restringen o controlan a un miembro de la familia con el pretexto de que todo es por su bien.
El pensamiento egocéntrico juega un papel importante en el acto de violar el espacio personal de un familiar sin dudarlo. Algunos ejemplos son el deseo de cambiar a la otra persona de la manera que uno quiere, la actitud de creer que alguien tiene el derecho de ejercer autoridad mientras se sacrifica y trabaja arduamente, la mentalidad de no estar de acuerdo con la decisión de la otra persona con la creencia de que solo su voluntad es correcta, etc. Esto se debe a la falta de respeto por los demás.
Sin importar cuánta preocupación piense que muestra y cuánto bien crea que hace, o aunque no tuviera la intención de lastimar a la otra persona, es posible que esta se estrese, sintiendo que su espacio personal ha sido invadido. Cuanto más se sienta reprimida una persona, más tenderá a tratar de escapar de la contención, y hasta esconderá cosas irrelevantes. Hay asuntos que se resuelven fácilmente si uno los hace natural y voluntariamente con el corazón abierto a través de la empatía y la comprensión, pero puede haber problemas o sentimientos hostiles si uno se ve obligado a hacerlo.
En otras palabras, si intenta acortar la distancia con su propia codicia y sin respetar la distancia con la que los demás se sienten cómodos, estos solo se sentirán disgustados y darán un paso atrás.
Expresiones que pueden hacer que uno sienta que su espacio personal ha sido invadido.
- Si tuviste tiempo para eso, haz ( ) en su lugar.
- Esa no es una buena manera de educar a tu hijo.
- ¿Cuál es tu ingreso anual?
- ¡Simplemente hazlo!
- ¡Ese es tu problema!
- ¡Te lo dije! Sabía que eso pasaría.
- ¿Por quién vas a votar en las elecciones?
- ¿Eso es todo lo que puedes decir cuando te he ayudado?
- Te lo digo por tu bien.
- ¿Por qué no puedes hacer algo tan fácil?
- No deberías hacer eso. Te digo esto porque me preocupas.
- Te arrepentirás más tarde. Ya verás.
El respeto por los demás crea una buena y sincera relación
Para mantener una relación amistosa entre la familia, debe existir una distancia entre ellos que no invada el espacio del otro, además de la cercanía. Respetar los espacios personales de los demás no significa que no le importe lo que hagan. Significa reconocerlos como personas independientes y aceptar el hecho de que tienen pensamientos y opiniones diferentes a los suyos, y respetar sus elecciones y decisiones. Si da un paso atrás así, la intimidad se hará aún más fuerte. Si tienen espacio en su corazón, podrán hacerse libres y felices.
Si desea participar en los asuntos de otra persona o proporcionar instrucciones, primero debe preguntarle su idea en lugar de tratar de ayudar ciegamente o forzarla. Es como tocar el timbre antes de entrar en la casa de alguien y obtener el permiso para ingresar. Por ejemplo, si su hijo no se ve muy feliz después de regresar de la escuela, no le insista para que le cuente lo que sucedió. En cambio, pregúntele en un tono suave: “¿Puedes decirme qué pasó?”, “¿Cómo puedo ayudarte?”. Si no le agrada el conjunto de valores o el hábito de su cónyuge, es mejor tener una conversación sincera y explicar qué le incómoda, en lugar de solo exigirle que cambie.
Si realmente está ahí para la otra persona, obsérvela amablemente y cree un ambiente cómodo para que pida ayuda cuando la necesite. Aunque le dé un consejo sincero, el derecho de tomar la decisión final le pertenece a él. Por lo tanto, aunque tome una decisión diferente y le siga un resultado negativo, debe evitar culpar y reprender.
El interés y el afecto se pueden transmitir correctamente si lo expresa cuando la otra persona lo desea y tanto como quiera y de la forma que quiera. Al hacer esto, debe considerar lo que hará feliz a la otra persona y cómo aceptará su enfoque, y también tenga en cuenta lo que hiere sus sentimientos, los comentarios sobre lo que es sensible y las situaciones que le resultan molestas.
Si su familia se siente molesta por lo que dice y hace, compréndalos, pensando: “Veo que se siente incómodo con este tipo de cosas”, en lugar de sentirse decepcionado y pensar: “Ni siquiera puedo decirle esto (o hacer esto) a mi propio familiar”. Hay momentos en los que debe reprimirse, aunque quiera preguntar en detalle y confirmar todo, o fingir que no sabe nada, aunque lo sepa. Dado que el límite del espacio personal de la otra persona lo decide ella, no usted, respetémoslo y tratemos de mantenerlo.
La palabra china 人間 (pronunciación: ren jian) para humano es una combinación de 人 (persona) y 間 (entre). Significa que un ser humano es una persona que vive entre otras personas. Desde pequeños átomos, la unidad más pequeña de la materia, hasta los planetas de nuestra galaxia fuera de la Tierra, todos se mantienen en orden gracias a las distancias adecuadas entre sí. Lo mismo ocurre con las personas.
Dado que las distancias entre las personas no tienen un valor numérico preciso, sino que varían, dependiendo de cada persona, de cómo se sienta uno o de la situación, tenemos conflictos de vez en cuando. Pero si hace un esfuerzo por adecuar la distancia entre usted y la otra persona con respeto, se mantendrá una atmósfera cálida entre ambos. Es como dos erizos que intentan encontrar una distancia que los haga felices sin pincharse.