
En los Paralímpicos, un importante evento deportivo internacional para atletas con discapacidades físicas, hay personas que pueden participar como no discapacitados. Son los corredores guías. Su función es guiar el camino para que los atletas con discapacidad visual jueguen de forma segura sin abandonar el curso.
En cuanto a las carreras de esquí alpino, el corredor guía siempre comunica a los corredores toda la información, como las condiciones del curso, las direcciones y la velocidad adecuada a través de un auricular inalámbrico. Si el corredor guía no se mantiene a cierta distancia del atleta o lo toca, queda descalificado. Por lo tanto, el corredor guía debe mantenerse evaluando al atleta detrás de él, adecuando la velocidad. Si el atleta gana una medalla con la ayuda del corredor guía, este también recibe la medalla.
Es un tremendo desafío para un atleta con discapacidad visual esquiar en una pendiente resbaladiza a un ritmo acelerado. Lo más importante es que el atleta confíe absolutamente en el corredor guía, y que el corredor guía oriente al atleta con el mayor cuidado, manteniéndose al ritmo. Es por eso que dos personas que esquían en una pendiente de nieve en unidad son muy hermosas.