La forma de la oreja de un hombre comienza a aparecer tres semanas después de la concepción, y la cóclea, que emite el sonido al oído interno, se desarrolla alrededor de la semana 16. Los nervios auditivos que conectan la cóclea con el cerebro se completan en la semana 20, lo que permite al feto escuchar los sonidos. El feto puede oír al cuarto o quinto mes de embarazo, incluso antes de que el cuerpo se haya formado completamente. En comparación con la visión, que permite que el bebé vea correctamente unos seis meses después de nacer, el desarrollo de la audición es muy rápido.
No solo eso, sino que el sentido que está vivo hasta el último momento justo antes de que el hombre muera, también es el sentido del oído. El cerebro de los pacientes oncológicos inconscientes en su etapa terminal y justo antes de la muerte, que no pueden hablar ni abrir los ojos, muestra una respuesta a sonidos similar a la de las personas sanas.
Así, la audición comienza a operar antes que cualquier otro sentido, y funciona incluso después de que todos los demás sentidos dejan de hacerlo. No es exagerado decir que nuestra vida comienza oyendo y termina oyendo. Además, podemos cerrar los ojos o la boca cuando queremos, pero no podemos cerrar los oídos. Están abiertos aun cuando dormimos. ¿Esto significaría que escuchar es muy importante en nuestra vida? Es porque escuchar a otras personas nunca es fácil, aunque lo parezca.