Esta persona llegó a ser el creador de “shiyi” (un oficial imperial que supervisaba la comida del rey) en China. Esta persona también hacía todas las tareas del hogar como un esclavo de la familia, y también era el maestro de todos en la familia. Hay una leyenda que cuenta que cuando esta persona estaba viva, había montañas en todo el país, pero que cuando moría, toda la tierra se cubría de agua.
¿Quién piensa usted que es esta persona? Esta es una famosa adivinanza, que una vez fue hecha por la protagonista de una telenovela que se transmitía en Corea. Sí, la respuesta es una “madre”.
Shiyi (un físico dietético o un nutricionista) cuidaba la salud del rey de día y de noche, pensando en qué clase de comida debía evitar y qué comida era buena para él. Una madre es una nutricionista que siempre cuida la salud de su familia, preocupándose de si sus hijos están enfermos o si han comido algo que les ha caído mal.
Una madre alimenta a sus hijos aunque ella misma tenga hambre, y hace sola todas las tareas del hogar. Ella lleva una vida más dura que un esclavo. No obstante, es la mejor maestra, que enseña a sus hijos acerca de la vida. Ya que su existencia misma ha llegado a ser un gran apoyo para sus hijos como una gran montaña, es natural que los hijos derramen un mar de lágrimas cuando sus madres fallecen.
“Sean humildes”. “Ámense unos a otros”. “Prediquen la palabra de Dios a tiempo y fuera de tiempo”. “Pastoreen mis ovejas”.
La Biblia tiene muchos mandamientos que Dios nos ha dado, y allí está la mejor manera de cumplir todos los mandamientos. Este es el corazón de la Madre.
La Madre celestial ha venido personalmente a esta tierra para buscar a sus hijos perdidos. Ella sirve a sus hijos, los pecadores, y cuida de ellos, abrazándolos a todos con amor. Nuestra Madre no puede descansar ni un momento, ni puede sentirse cansada, hasta encontrar al último de sus hijos perdidos.
El corazón de la Madre contiene todas las enseñanzas de Dios en los 66 libros de la Biblia. Si hacemos todo con el corazón de la Madre, el evangelio prosperará.