
Un terremoto de magnitud 5,4 golpeó Pohang, Corea, en noviembre de 2017. Cuando un centro de cuidado posparto que estaba tranquilo, fue sacudido por el terremoto, las camas de bebé con ruedas empezaron a rodar de un lado a otro. Las madres, que estaban descansando en la sala de maternidad, corrieron frenéticamente hacia la sala neonatal, y las miembros del personal que estaban allí, sujetaron rápidamente algunas camas con los brazos para proteger a los bebés. Los que vieron esta escena posteriormente en el vídeo de la cámara de vigilancia, elogiaron la reacción apropiada del personal. Una miembro del personal que estuvo en ese lugar ese día, dijo en una entrevista.
“Por supuesto, estaba asustada, pero todo en lo que pensaba era que debería proteger a los bebés porque yo también soy madre.”
Por otro lado, en enero de 2014, un estudiante de diez años de escuela primaria en Yongin, Corea, estaba caminando sobre un río congelado y cayó en el agua de 1,2 metros de profundidad cuando el hielo se rompió. Nadie a su alrededor dio un paso al frente y solo esperaban que viniera el equipo de rescate. En ese entonces, una señora que estaba paseando, saltó rápidamente al agua helada y sacó al niño. Sorprendentemente, la señora tenía 23 semanas de embarazo. Cuando se le preguntó cómo pudo salvar al niño a pesar de su embarazo, respondió: “Yo también tengo un hijo. Como sabía qué preciosa es la vida, pude entrar en el agua”.
Una persona llamada madre reacciona incondicionalmente por la vida de un niño.