
La red es una herramienta para capturar peces. Antes de navegar, los pescadores preparan su red de pesca. La red se enreda después de pescar y tienen que arreglarla para usarla nuevamente. Si la dejan así y la arrojan al mar, no se abre correctamente y no pueden pescar tanto como desean. Aunque sea difícil y tome tiempo desenredar la red, el pescador no debe ser perezoso si desea disfrutar de un barco lleno de peces.
Antes de salir al mar del evangelio, nosotros, los pescadores de hombres, también debemos preparar las redes de pesca de la palabra de Dios. Dado que es una preciosa herramienta para atrapar vidas, debemos poner más esfuerzos y tiempo en su preparación. Si saltamos ciegamente a la pesca, podemos arruinar la pesca espiritual. Apartemos un tiempo para preparar la red y salgamos a la rica zona de pesca. Vayamos y lancemos la red poderosamente para pescar los buenos y abundantes peces que Dios ha preparado.
『Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres.』 Mt. 4:19