Servicio voluntario con la fuerza dada por Dios

“Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.” 1 P 4:11

Por la gracia de Dios, recibí muchas bendiciones al servir en Sion. Pero a veces me sentía un poco agobiada por el deber de servir. Un día, me hice una pregunta, viendo esta palabra de Dios.

“¿Qué pasa si sirvo en Sion con la fuerza dada por Dios?”.

No me sentiría cansada sino alegre si lo hiciera con la fuerza que Dios provee. ¡Cuánto más debo dar gracias a Dios por confiarme este precioso deber! Desde entonces, he estado cumpliendo diligentemente el deber especial de servir, que Dios ha concedido a esta hija imperfecta, con la fuerza dada por Dios para su gloria.