“Me gustaría poder dormir más en la mañana”, “Me gustaría que el clima mejorara”, “Me gustaría que no hubiera mucho tráfico en la mañana”, “Espero que mi proyecto sea aceptado”, “Me gustaría que mi esposa dejara de regañarme”, “Me gustaría que mi hijo tuviera mejores calificaciones en la escuela”…
La gente desea un sinfín de cosas. Sin embargo, ¿las cosas salen como queremos? A veces, podría dormir sin oír su alarma en la mañana y salir de casa a toda prisa, pero luego, está lloviendo fuera y el tráfico es terrible. Por eso llega tarde al trabajo, y el jefe que vino a trabajar más temprano de lo habitual ese día, le reclama acerca de su proyecto. Quiere tener un buen descanso después del trabajo, pero su esposa no deja de regañarlo, y las calificaciones de su hijo están entre las peores de su clase. Cuando las cosas no salen como quiere, se queja, pero no puede continuar quejándose. La manera de ser feliz es simple. No trate de cambiar la realidad. Cambie sus pensamientos.
“Estoy agradecido de tener un trabajo y poder ir a trabajar por la mañana. Me siento agradecido por la lluvia porque me tranquiliza. Estoy agradecido de que haya mucho tráfico porque puedo aprender a tener paciencia, y estoy agradecido de que mi proyecto no haya sido aceptado porque tengo la oportunidad de volver a intentarlo. Doy gracias por tener una esposa que se preocupe minuciosamente por mí, y estoy agradecido de que mi hijo esté sano, aunque no obtenga buenas notas.”
¿Qué le parece? Es muy sencillo, ¿verdad? ¡Practique dar gracias todos los días! Es la verdadera felicidad.