La razón para vivir

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John Sain, de 50 años, que vive en los Estados Unidos, entró solo en un profundo bosque para cazar, lo cual era su viejo pasatiempo. Buscando un gran alce, persiguió el blanco que seguía. Desafortunadamente, se rompió la pierna derecha. No podía moverse. Sin servicio telefónico, tampoco podía llamar al equipo de rescate.

Ya que no tenía esperanza de sobrevivir y el dolor empeoraba, comenzó a escribir cartas de despedida a su amada esposa y sus dos hijos. Sin embargo, cuando estaba a punto de entregar la vida, algo lo motivó a perseverar: fue el pensar en que nunca renunciaría a su familia, sino que regresaría con vida sin importar el gran dolor que lo seguiría.

Rasgó sus ropas, sujetó su pierna con ramas y comenzó a gatear. Luchó desesperadamente por cuatro días y noches. Cuando su fuerza física estaba llegando al límite, milagrosamente encontró a unos transeúntes y fue rescatado. Su amor hacia su familia mantuvo a salvo su hogar y a él mismo del peligro.