Muchos grandes inventos y descubrimientos se han hecho inesperadamente. Estos incluyen rayos X, penicilina, microondas, método de vacunación, nailon, vidrio, etc. Se llama serendipia cuando hacemos un descubrimiento o invento significativo por casualidad o por una falla en un experimento. El término se utilizó por primera vez en el siglo XVIII por el novelista inglés Horace Whirlpool; él usó el término después de leer Los tres príncipes de Serendip, un cuento de hadas persa. El cuento hablaba de que los tres príncipes superaron las dificultades con buena suerte inesperada. Sin embargo, la buena suerte no les llegará a todos en cualquier momento. Aquellos que se esfuerzan constantemente la obtendrán después de intentarlo a pesar de 99 fracasos. Hiroshi Miyanaga, autor de La ley de la serendipia, dice:
“Para convertir su propia suerte accidental, siempre debe pensar en una visión para el futuro, innovar repetidamente y prepararse para el día venidero”.