Respirar es vivir. En otras palabras, no respirar implica morir. La vida o la muerte depende de si respiramos o no. Sin embargo, hay personas que tienen que aguantar la respiración para vivir. Se trata de las haenyeo, las mujeres buceadoras de la isla de Jeju, Corea.
Las haenyeo saltan al mar sin ningún equipo de respiración, tan solo llevando un tewak1, y la red con unas pesadas pesas de plomo alrededor de su cintura para sumergirse fácilmente en el agua. Ellas mantienen la respiración mientras se sumergen en el agua, así que entran y salen para respirar decenas de veces. Dentro de las haenyeo hay un sistema de rangos. La haenyeo con la inmersión de rango inductorio dentro y fuera de 5-7 metros de profundidad, aquellas con la inmersión de rango intermedio dentro y fuera de 8-10 metros de profundidad y aquellas con el rango de inmersión avanzado bajo el mar a una profundidad de 15 metros o más. Sus rangos se determinan según el tiempo que puedan aguantar la respiración bajo el agua. A mayor profundidad, mejores productos marinos pueden recolectar, lo que significa que tienen que aguantar la respiración durante mucho tiempo. La haenyeo con un nivel avanzado puede mantener la respiración por más de dos minutos dentro del mar.
1. Una herramienta hecha de calabaza, quitándole las semillas y sellando los agujeros para ayudar a la haenyeo a nadar en el mar.
Sumbisori es el sonido que las haenyeo hacen como un silbido, similar a “fiu”, cuando salen de la superficie del agua para respirar y exhalan el aire que estaban conteniendo en el agua por tanto tiempo. Las haenyeo arriesgan la vida hasta quedarse sin aliento, para ganarse el sustento para sus familias. Sumbisori es el sonido que representa la vida dura de las haenyeo.