
En la sociedad occidental hay una idea llamada seis grados de separación, que consiste en que cualquier persona en el planeta puede estar conectada con cualquier otra en solo seis pasos. Básicamente significa que las relaciones humanas están todas conectadas entre sí en pocos pasos.
El psicólogo social estadounidense Stanley Milgram, realizó un experimento en 1967 para probar esto. Hizo que algunos residentes del Medio Oeste en los Estados Unidos enviaran cartas a través de sus conocidos a un corredor de bolsa que vivía en Boston, a quien ni siquiera conocían, para ver en cuántos pasos se entregaban. Las cartas llegaron al receptor a través de un promedio de cinco pasos.
Un simple cálculo matemático del experimento mostró lo siguiente: cuando asumimos que una persona tiene 100 amigos, son 100 en la etapa 1; en la etapa 2, esas 100 personas están conectadas a 10 000 amigos que conocen; 10 000 amigos están conectados a un millón en la etapa 3; un millón de amigos están conectados a 100 millones en la etapa 4; 100 millones de amigos están conectados a 10 000 millones en la etapa 5. Al final, no hay persona que no conozca en el mundo para el momento en que alcanza la etapa 5.
El movimiento de predicar a todas las personas del mundo se ha vuelto más activo con el tiempo. La luz de vida, que Dios alumbra en el mundo entero, se expande rápidamente cada vez que cruza un puente en la red de las relaciones humanas. No tenemos que ir lejos. ¡Aunque prediquemos el evangelio solo a las personas de nuestro alrededor, la luz de vida de Dios Elohim se expande y se extiende por todo el mundo!