La familia celestial que buscamos hasta el final
Lee Kang-mi, desde São Paulo, Brasil
Muchas almas fueron guiadas a Sion mediante la fiesta de predicación en Brasil. Entre ellas, me gustaría compartir las historias de varios hermanos encontrados en la iglesia de São Paulo II.
Pocos días después de la fiesta de predicación, escuché de una hermana que había encontrado a la hermana Simone, quien había dejado de venir hacía mucho tiempo. La hermana Simone recibió la verdad cuando era joven, pero al casarse, perdimos contacto con ella porque se mudó. En ese tiempo, los miembros hicieron todo esfuerzo para encontrarla, pero no pudieron lograrlo. Sin embargo, el Padre y la Madre celestiales nunca renunciaron a ella. Los miembros la reencontraron en la calle. Ella les dio su dirección y les pidió que la visitaran. Después de eso, la visitaron de inmediato.
La hermana compartió la alegría del reencuentro con los miembros de Sion, abrazándolos, y contó que se había sentido vacía al estar lejos de Dios. Estaba muy contenta de reencontrarse con nosotros. Al ver el crecimiento de la iglesia después de varios años, se conmovió por el poder de Dios y ahora guarda solemnemente el Día de Reposo cada semana.
Un Día de Reposo, trajo a su amiga a la iglesia. Ella estudió la verdad del Día de Reposo y la Pascua, y con lágrimas dijo que había estado llevando una vida religiosa en vano. Incluso participó en el culto de la noche. Nos sorprendimos al verla rindiendo culto a Dios con gozo y concentrándose en el sermón con la etiqueta apropiada. No parecía que estuviera visitando Sion por primera vez; era muy piadosa.
Después del culto, estudió acerca de Dios Madre. Cuando le preguntamos si quería participar en la bendición de la vida eterna que la Madre celestial concede, respondió sin ninguna duda.
“Eu quero com certeza” (lo quiero con certeza).
La historia de la hermana Marilene, que guio a su familia a Sion mediante esta fiesta de predicación, también es muy emocionante. Las dos hermanas de su esposo no solían hablarle. Sin embargo, algo pasó y tuvieron que quedarse en su casa con ella por un par de semanas. Ella predicó la verdad, creyendo que era una oportunidad dada por Dios. Después de que ellas recibieran la verdad gustosamente, incluso animaron a sus hijas a recibir la promesa de la vida eterna. Un total de cinco almas recibieron una nueva vida. Después, regresaron a casa y han estado guardando el Día de Reposo en una Sion a dos horas en tren de su hogar.
El hermano Janailson, que vino a São Paulo por motivos laborales hace ocho meses, estaba exhausto por el trabajo. Se encontraba pasando momentos difíciles, echando de menos a su familia. Fue entonces que recibió la verdad. Fue ampliamente consolado en Sion, donde moran el Padre y la Madre celestiales. Cuando veo al hermano que ahora extraña la patria de nuestras almas, comprendo qué feliz soy por tener una patria a la cual regresaré, y por tener a la familia celestial.
La fiesta de predicación ha terminado, pero los miembros de la Sion de São Paulo II hoy están dando un paso firme adelante, esperando que Sion se llene de almas que extrañan el cielo. Creemos que nuestro deseo se cumplirá porque tenemos el amor del Padre y la Madre celestiales que nunca se rinden hasta encontrar a todas sus ovejas perdidas.