
¿Alguna vez se ha decepcionado porque el paisaje de un famoso atractivo turístico no era tan bueno como esperaba y las instalaciones circundantes también eran deficientes? Sin embargo, si su viaje todavía permanece como un recuerdo placentero, lo más probable es que regrese allá con personas afines. Estar con los que tienen gustos similares le hace sentirse satisfecho, esté donde esté y haga lo que haga.
Lo mismo sucede cuando camina con Dios. Si usted tiene afinidad con Dios, siempre puede estar gozoso, orar sin cesar y dar gracias en todo (1 Ts. 5:16-18). Mientras tenga el mismo corazón de Dios, quien siempre se preocupa por nuestra salvación y nuestro glorioso futuro en el cielo, no estará triste ni querrá darse por vencido, sin importar lo difícil que sea el camino de la fe.
“¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?”Am. 3:3
Es difícil caminar con Dios si no está en armonía con Él. Si desea andar con Dios, primero necesita averiguar cuál es la voluntad de Él. Lo siguiente que tiene que hacer es desechar todos sus pensamientos que estén en contra de su voluntad.