Cada año a fines de diciembre, el mundo entero se llena de un ambiente festivo, porque es la temporada navideña. La Navidad se ha convertido en una fiesta mundial celebrada no solo en ciertos países o por un grupo religioso en particular, sino por personas de todo el mundo, con el pretexto de ser el cumpleaños de Jesús.
En un sentido literal, la Navidad significa un día para conmemorar el nacimiento de Dios que vino a esta tierra en carne. Sin embargo, si alguna parte de la verdad ha sido distorsionada y cambiada, ya no es la verdad ni contiene la promesa de la salvación de Dios. Ni la parte más pequeña de la verdad debe ser destruida ni corrompida; cada palabra de Dios debe mantenerse pura y completa tal como es.
Entonces, ahora veamos a través de la Biblia si la Navidad, que se celebra en todo el mundo, es la verdad que satisface su signi- ficado original.
Primero, a través de la historia de la iglesia, descubramos cómo surgió la Navidad que numerosas iglesias celebran hoy como el cumpleaños de Jesús.
Después de la ascensión de Jesús y la muerte de los apóstoles, la iglesia se secularizó gradualmente y empezó a aceptar incluso ideas y rituales paganos. Uno de esos es la Navidad, que mucha gente conoce como el cumpleaños de Jesús.
En Roma, se celebraban sucesivamente tres festividades a fines de diciembre de cada año. Una de ellas era las Brumales, la festividad del solsticio de invierno, celebrada el 25 de diciembre como el cum-pleaños del dios sol Mitra adorado por el mitraísmo, que era una religión próspera en ese momento. El solsticio de invierno es el día más corto y la noche más larga del año. Los romanos creían que el día más corto del año se daba alrededor del 25 de diciembre y que el sol se hacía más fuerte a partir de ese día. Entonces, consideraron el 25 de diciembre como el día del renacimiento del dios sol.
Los santos de la iglesia primitiva rechazaron estas festividades paganas, pero con el tiempo empezaron a absorberlas progresiva-mente. En la historia de la iglesia, aparece por primera vez el registro de que se celebró la Navidad el 25 de diciembre después del siglo IV.
Navidad
La primera celebración del nacimiento de Cristo el 25 de diciembre (Navidad) data del año 354 d. C., época del obispo romano Liberio. Y en el año 379, se celebró en Constantinopla, difundiéndose luego a Egipto y Palestina. La Navidad se originó en Roma; en Roma había tres grandes festividades sucesivas al final de diciembre.
La primera era las Saturnales (12-24 de diciembre), la antigua festividad romana de Saturno, dios de la agricultura. Durante esta festividad, todas las personas se entregaban al placer, sin tener en cuenta la riqueza o la posición social.
La segunda era las Sigilares (fines de diciembre). Durante esta festividad, la gente daba a sus hijos muñecas para divertirlos.
La tercera era las Brumales, la festividad del solsticio de invierno para celebrar la regeneración o nacimiento del sol. Pero los cristianos no podían participar de tales festividades, por lo que buscaron su propia festividad para celebrar el nacimiento de Jesús. Ellos pensaron que era razonable celebrar el nacimiento de Jesús justo después del nacimiento del sol. Es de esta costumbre pagana que proviene la celebración del nacimiento de Cristo el 25 de diciembre, el nacimiento del sol. Este es el origen de la Navidad. Song Nak-won, 교회사 (Historia de la iglesia), Editorial Eegeon, 1981, pp. 174-175
El cristianismo y las costumbres paganas
La iglesia cristiana adquirió muchas ideas e imágenes paganas. De la adoración al Sol, por ejemplo, provino la celebración del nacimiento de Cristo el veinticinco de diciembre, el nacimiento del Sol. Las Saturnales, la festividad romana de invierno del 17 al 21 de diciembre, proporcionaba alegría, la entrega de regalos y las velas típicas de las últimas fiestas navideñas. La adoración al Sol permaneció en el cristianismo romano […] Dowley, T. (Ed.), The History of Christianity [A Lion Handbook] (Historia del cristianismo [Manual de Lion]), Lion Publishing, 1994, p. 141
Desde el punto de vista histórico, la Navidad nunca puede ser el día del nacimiento de Jesús. Veamos la escena del nacimiento de Jesús en la Biblia.
“[…] Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento. Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón. Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre.” Lc 2:1-12
La Biblia registra que había pastores que velaban y guardaban sobre su rebaño las vigilias de la noche cuando nació Jesús. Sin embargo, diciembre corresponde a la temporada de invierno en Israel, por lo que es casi imposible para los pastores velar y guardar las vigilias de la noche sobre su rebaño en el campo debido a las condiciones climáticas. Tradicionalmente, los pastores de Israel apacentaban sus rebaños en el campo de marzo a abril durante la temporada de primavera. Por lo tanto, podemos suponer que Jesús nació alrededor de marzo o abril, y es ilógico insistir en que nació en diciembre.
Los cristianos secularizados designaron el 25 de diciembre, el día de la fiesta del nacimiento del dios sol, como el día del nacimiento de Jesús, cuya fecha no se especifica en la Biblia, para justificar su participación en la fiesta pagana. Esta es la Navidad de hoy. Adoptaron el nacimiento del dios pagano, que no tiene nada que ver con el nacimiento de Jesús, estableciéndolo como una doctrina y agregándole algunos rituales de adoración. Luego aceptaron diversos mitos y costumbres, como el árbol de Navidad y Santa Claus. Así, la Navidad se ha convertido en la fiesta cristiana más grande en la actualidad. Dado que se ha celebrado continuamente por más de mil seiscientos años, todo el mundo considera la verdad distorsionada como de sentido común.
Aunque la Navidad se originó de una festividad de adoración al Sol y no es parte de la verdad de Dios, hoy en día muchos cristianos aceptan la Navidad sin dudarlo. Esto no sucede solo en esta ge-neración; desde los tiempos del Antiguo Testamento, los israelitas cayeron en la adoración al Sol, como los paganos que no creían en Dios. Cada vez que eso sucedía, Dios enviaba profetas para advertir a su pueblo.
“Destruiré vuestros lugares altos, y derribaré vuestras imágenes, y pondré vuestros cuerpos muertos sobre los cuerpos muertos de vuestros ídolos, y mi alma os abominará.” Lv 26:30
En el tiempo de Moisés, también había personas que colocaban imágenes del Sol y las adoraban. En el libro de Levítico, Dios dijo con respecto a ellos: “Mi alma os abominará”, y dejó en claro que destruiría todos los ídolos usados para adorar al dios sol.
“[…] ¿O no sabéis qué dice de Elías la Escritura, cómo invoca a Dios contra Israel, diciendo: Señor, a tus profetas han dado muerte, y tus altares han derribado; y sólo yo he quedado, y procuran matarme? Pero ¿qué le dice la divina respuesta? Me he reservado siete mil hombres, que no han doblado la rodilla delante de Baal. Así también aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia.” Ro 11:2-5
En la época de Acab, rey de Israel, el pueblo fue engañado y comenzó a adorar al dios sol, Baal. Entonces, Dios eligió al profeta Elías, y a través de él, destruyó a todos los adoradores de Baal. No obstante, la adoración del dios sol continuó hasta los días de Asa y Josías, reyes de Judá.
“E hizo Asa lo bueno y lo recto ante los ojos de Jehová su Dios. Porque quitó los altares del culto extraño, y los lugares altos; y mandó a Judá que buscase a Jehová el Dios de sus padres, y pusiese por obra la ley y sus mandamientos. Quitó asimismo de todas las ciudades de Judá los lugares altos y las imágenes; y estuvo el reino en paz bajo su reinado.” 2 Cr 14:2-5
“Quitó también los caballos que los reyes de Judá habían dedicado al sol a la entrada del templo de Jehová, junto a la cámara de Natán-melec eunuco, el cual tenía a su cargo los ejidos; y quemó al fuego los carros del sol.” 2 R 23:11
“Y derribaron delante de él los altares de los baales, e hizo pedazos las imágenes del sol, que estaban puestas encima; despedazó también las imágenes de Asera, las esculturas y estatuas fundidas, y las desmenuzó, […] y limpió a Judá y a Jerusalén. […]” 2 Cr 34:4-7
En la historia de la Biblia, cada vez que la fe del pueblo se co-rrompía y volvían la espalda a Dios, la adoración al dios sol siempre obraba en secreto. Solo después de que cesaba la adoración al dios sol y los ídolos eran destruidos, la nación podía disfrutar de paz una vez más.
Después de que Josías encontró el libro de la ley en el templo de Dios, decidió cumplir la palabra del pacto y destruyó desde el interior del templo y por todo Judá todos los ídolos que el pueblo había estado adorando en oculto. Guardó la Pascua de Dios, obedeciendo sus leyes con todo su corazón, mente y fuerzas. Entonces, destruyó a todos los adoradores de ídolos y eliminó todas las ofrendas y utensilios utilizados para la adoración del dios sol.
“[…] Así ha dicho Jehová el Señor a los montes y a los collados, a los arroyos y a los valles: He aquí que yo, yo haré venir sobre vosotros espada, y destruiré vuestros lugares altos. Vuestros altares serán asolados, y vuestras imágenes del sol serán quebradas; y haré que caigan vuestros muertos delante de vuestros ídolos.” Ez 6:1-4
Independientemente de la época, la ira de Dios se derramaba cada vez que el pueblo adoraba al dios sol. Dios advirtió que habría desolación en las ciudades fortificadas donde la gente se volvía hacia los símbolos de Asera y las imágenes del Sol (Is 17:7-12, 27:7-9). En muchos versículos podemos ver claramente que Dios no se complace con los que adoran al dios sol.
Como en el pasado la adoración al dios sol se practicaba entre las personas que decían creer en Dios, también en esta época la fe de los creyentes en Dios está estrechamente relacionada con la adoración del dios sol.
Al ver la realidad actual del cristianismo, además de la Navidad hay muchas otras ideas y costumbres de adoración del dios sol que se han infiltrado en la iglesia. La costumbre representativa practicada por la mayoría de las iglesias de hoy en día es el culto dominical.
El día del culto que Dios designó originalmente como un día para conmemorar el poder del Creador es el Día de Reposo, el séptimo día de la semana, el sábado. No obstante, las iglesias de hoy rinden el culto dominical. Es porque las iglesias se secularizaron y aceptaron el domingo, que era un día de adoración pagana al dios sol, como el día del culto cristiano. Cuando el emperador romano Constantino, que autorizó oficialmente el cristianismo, declaró el domingo como un día oficial de descanso en el año 321 d. C., el culto del Día de Reposo desapareció de la historia y se formalizó el culto dominical.
En el año 325 d. C. se abolió la Pascua, la verdad de vida, en el Concilio de Nicea, y la Navidad tomó su lugar alrededor del año 354 d. C. Los que se aferraban a la verdad escaparon a las montañas o al desierto y llevaron una vida ascética. El mundo entró en la edad oscura religiosa y atravesó un largo túnel de oscuridad espiritual. Durante este tiempo, las doctrinas creadas por el hombre fueron reconocidas por el público como si fueran la verdad, y la Navidad y el culto dominical se conocieron como las ceremonias religiosas representativas del cristianismo.
Hace dos mil años, Jesús enseñó claramente en una parábola que la falsedad disfrazada de la verdad se transmitiría durante mucho tiempo. En la parábola, el dueño sembró buena semilla en su campo, pero el enemigo sembró cizaña entre el trigo. Cuando brotó el trigo, entonces apareció también la cizaña. Así que el dueño ordenó a los siervos no arrancar la cizaña inmediatamente, sino dejarlos crecer juntamente hasta la siega.
De acuerdo con las palabras de Jesús, la cizaña ha crecido desenfrenadamente durante más de mil años y las falsas doctrinas se han vuelto frecuentes hoy. En el tiempo de la siega, la cizaña será recogida primero y atada en manojos para ser quemada. Luego, se recogerá el trigo y se llevará al granero del dueño. Esta palabra nos permite saber que los que hacen iniquidad no escaparán del juicio en el fin del mundo y que solo quienes sigan la verdad entrarán en el eterno reino de los cielos (Mt 13:24-30, 36-43).
Hace miles de años, Dios profetizó que la adoración al dios sol se realizaría abiertamente en la iglesia.
“Luego me dijo: ¿No ves, hijo de hombre? Vuélvete aún, verás abominaciones mayores que estas. Y me llevó al atrio de adentro de la casa de Jehová; y he aquí junto a la entrada del templo de Jehová, entre la entrada y el altar, como veinticinco varones, sus espaldas vueltas al templo de Jehová y sus rostros hacia el oriente, y adoraban al sol, postrándose hacia el oriente. Y me dijo: ¿No has visto, hijo de hombre? ¿Es cosa liviana para la casa de Judá hacer las abominaciones que hacen aquí? […] Pues también yo procederé con furor; no perdonará mi ojo, ni tendré misericordia; y gritarán a mis oídos con gran voz, y no los oiré.” Ez 8:15-18
En una visión que le fue mostrada, el profeta Ezequiel vio personas en el templo de Dios, la iglesia, adorando al Sol hacia el oriente. Deben adorar a Dios en el templo, pero allí adoran al Sol. Esto muestra claramente que son adoradores del dios sol, aunque aparentan creer en Dios. Dios estaba muy enfurecido con tal obra.
“[…] y llamó Jehová al varón vestido de lino, que tenía a su cintura el tintero de escribano, y le dijo Jehová: Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusalén, y ponles una señal en la frente a los hombres que gimen y que claman a causa de todas las abominaciones que se hacen en medio de ella. Y a los otros dijo, oyéndolo yo: Pasad por la ciudad en pos de él, y matad; no perdone vuestro ojo, ni tengáis misericordia. Matad a viejos, jóvenes y vírgenes, niños y mujeres, hasta que no quede ninguno; pero a todo aquel sobre el cual hubiere señal, no os acercaréis; y comenzaréis por mi santuario. Comenzaron, pues, desde los varones ancianos que estaban delante del templo.” Ez 9:3-6
Ezequiel 9 profetizó que el juicio de Dios por este comportamiento detestable comenzaría por el templo. En otras palabras, el derramamiento de la ira de Dios empezará con las iglesias que proclaman creer en Dios, especialmente con los líderes de la iglesia. También está escrito que debe ponerse una señal en la frente de los que gimen y que claman a causa de todas las abominaciones que se hacen en el templo.
Desde los tiempos del Antiguo Testamento hasta hoy, siempre ha existido la adoración al Sol en el centro de donde la falsedad se disfraza de la verdad, distorsionando la verdad de Dios y quitando el espíritu de fe en Él. En lugar de las costumbres de cualquier religión pagana o la cultura de cualquier país, la palabra de Dios debe ser el fundamento de la fe de los que creen en Dios. El astuto plan de Satanás para hacer que la gente adore al dios sol está oculto en la Navidad que se ha disfrazado como el día del nacimiento de Jesús. La conspiración de Satanás es llevar a muchas personas a la adoración del dios sol con el pretexto de adorar a Dios.
Aunque muchas personas van por el camino equivocado, comprometiéndose con el mundo, guardemos los mandamientos de Dios y sigamos las enseñanzas de la Biblia hasta el final, bajo la guía del Espíritu y la Esposa. Además, seamos los hijos de Dios que entreguen la verdad a los que no pueden discernir entre la verdad y la falsedad. Les pido a todos ustedes que griten la verdad en voz alta, encendiendo la antorcha de la verdad en este mundo oscuro que no conoce la verdad, como los últimos reformadores religiosos.