La novela Ensayo sobre la ceguera de José Saramago, ganador del Premio Nobel de Literatura, empieza con un hombre que de repente se queda ciego mientras conduce en una tarde normal. Poco después, su esposa que lo cuida, los pacientes de la clínica donde el hombre recibía tratamiento, y el oftalmólogo que lo atendía se quedan ciegos. La inexplicable ceguera se propaga como una epidemia, y la sociedad colapsa rápidamente. Es una novela que describe vívidamente el poder de la visión al igual que el dicho: “En tierra de ciegos, el tuerto es rey”.
Muchas veces olvidamos la importancia de la visión. No obstante, no toma mucho tiempo entender cuánto dependemos de la vista; solo necesitan cubrirse los ojos con las manos. Los humanos reciben tanta información a través de la visión que confían en sus ojos para casi el 80 % de sus experiencias sensoriales. Echemos un vistazo al complejo y sofisticado órgano sensorial, el ojo que nos conecta con el mundo.
El ojo, un especial y delicado órgano sensorial
Los ojos humanos, que pesan unos 7 gramos y tienen el tamaño de una pelota de tenis de mesa con un diámetro de 2,4 centímetros, se pueden describir como una cámara biológica muy compleja con extraordinarias características como enfoque y ajuste de contraste, estabilización y procesamiento de imagen. El ojo añade o sustrae la luz que ha ingresado a través de la córnea al ajustar el tamaño del iris. Los rayos de luz que entran en el ojo se doblan al pasar por el cristalino, y llegan a un punto de enfoque en la retina. La imagen formada de esta manera es llevada por el nervio óptico al cerebro, el cual analiza esta señal para que podamos ver el objeto.

No es solo una o dos cosas que necesitan ser atendidas durante el proceso de crear una imagen en la retina. Para ver algo, primero debe mover el globo ocular para que la vista alcance el objeto con precisión. El ojo humano tiene seis músculos que se mueven libremente y nos permiten mirar arriba, abajo o a los lados, o incluso girar los ojos en las cuatro direcciones. Por ejemplo, mientras lee esta oración, los músculos de sus ojos están ocupados relajándose y encogiéndose, moviendo el globo ocular a la derecha y a la izquierda.
Los ojos pueden seguir enfocando de manera constante aunque su cuerpo o su cabeza se estén moviendo. Esto se debe a que el enfoque se ajusta minuciosa y constantemente, teniendo en cuenta el movimiento del cuerpo, como la estabilización de imagen de una cámara. Cuando los canales semicirculares del oído detectan la dirección del movimiento y envían una señal al cerebro, este mueve el globo ocular en la dirección opuesta al movimiento del cuerpo. Por esa razón puede leer un libro en un vehículo en movimiento.
Después de enfocar, el tamaño de la pupila se ajusta para que pueda entrar una cantidad adecuada de luz en el ojo, que es como una habitación oscura. El iris, que tiene forma de rosquilla, funciona como la apertura de una cámara. Cuando la luz es débil, el ojo abre el iris para agrandar la pupila, y cuando la luz es fuerte, el ojo cierra el iris para encoger la pupila de modo que ingrese solo cierta cantidad de luz en el ojo. Esta rápida respuesta, controlada por nervios elaborados, se denomina reflejo fotomotor, que también se puede usar para probar la función cerebral en busca de anomalías.
Aunque esté mirando algo de cerca y de repente mire a un lugar distante, sus ojos se enfocan instantáneamente. La cámara mueve la lente hacia adelante y hacia atrás para enfocar, pero el ojo ajusta el enfoque cambiando el grosor del cristalino. Al ver algo de cerca, los tejidos unidos al cristalino se aflojan, lo que resulta en un engrosamiento del cristalino, y al ver de lejos, esos tejidos tiran del cristalino, haciéndolos más delgados; así, ajustan el índice de refracción de la luz. La razón por la que podemos ver lejos y cerca alternativamente en un instante es que el cristalino flexible ajusta su grosor instantáneamente sin perder su forma original.
Un mundo visto con dos ojos
Cada vertebrado tiene dos ojos. ¿Por qué dos y no solo uno? Con un ojo cerrado, sostenga un lápiz en cada mano, abra los brazos e intente que las puntas de ambos lápices se toquen entre sí cerrando los brazos. Sabrá de inmediato por qué necesita dos ojos.
Si mira el mismo objeto, alternando los ojos, verá que las dos imágenes son ligeramente diferentes entre sí. Los ojos izquierdo y derecho están separados por 60 a 70 milímetros y forman imágenes mirando al sujeto desde diferentes ángulos. Esto se llama disparidad binocular. Los dos ojos en realidad agregan un efecto tridimensional a nuestra visión, la cual en realidad ve en dos dimensiones, y esto nos permite sentir en 3D. El cerebro combina la información visual de cada ojo en una imagen y la reconoce. Por ese motivo, el efecto tridimensional se agrega a la visión, mientras que dos piezas diferentes de información visual se convierten en una. Para aquellos que ven con un solo ojo, el mundo es probablemente como una serie de imágenes que los rodean.
En la película Avatar, famosa por ser un filme estereoscópico tridimensional, se utilizaron dos cámaras simultáneamente. El principio básico de las imágenes estereoscópicas 3D es mostrar imágenes tomadas desde diferentes ángulos por dos cámaras, a los ojos izquierdo y derecho aplicando disparidad binocular.

¿Vemos con nuestros ojos? ¡Vemos con nuestro cerebro!
Tanto embriológica como anatómicamente, el ojo es parte del cerebro. Esto se debe a que la retina y el nervio óptico se originan en el área del prosencéfalo en el desarrollo fetal temprano y el ojo está directamente conectado al cerebro a través del nervio óptico. Dado que el centro visual se encuentra en la parte posterior del cerebro, una lesión en la parte posterior de la cabeza puede causar pérdida de visión, aunque no haya nada malo en los ojos.
La retina, que también se asemeja a la película de una cámara, es un tejido nervioso altamente sensible y de alta calidad. Las células visuales en la retina convierten en señales eléctricas la información que llega en forma de luz, y las envían al cerebro. Los bastones, que son unas de las células visuales, son tan sensibles a la luz que pueden responder incluso a un solo fotón de luz, y desempeñan el papel principal en la distinción de luz y sombra en lugares oscuros. Podemos ver el mundo incluso en medio de la noche oscura, aunque tenuemente, porque unos 120 millones de bastones realizan su trabajo al máximo. Hay 6 millones de células cónicas en una retina. Las células de cono tienen tres tipos diferentes, cada una respondiendo a rojo, verde y azul. El cerebro integra y analiza las señales nerviosas enviadas por las células cónicas y distingue más de un millón de colores. Es gracias a estas células cónicas que podemos ver el mundo claro y colorido en “alta definición”.
La información visual, que es convertida a señales eléctricas en la retina, se transmite mediante el nervio óptico a la corteza visual del cerebro ubicada en la parte posterior de la cabeza. La corteza visual, que está compuesta de cerca de 30 zonas, divide las imágenes básicas como líneas, bordes y esquinas, detecta formas, colores o movimientos, y percibe rostros; como varias áreas cooperan juntas, captan la imagen total de un objeto.
Si la parte responsable del color no funciona correctamente, incluso las personas que no son daltónicas verán el mundo en blanco y negro. Si la parte que ve movimiento continuo está dañada, aunque vea un automóvil corriendo, verá algunas imágenes entrecortadas como si estuviera viendo una animación de arcilla desigual. Y si algo con el área de reconocimiento facial sale mal, sufrirá ceguera facial, como en el caso mencionado en el libro del neurólogo Oliver Sacks, El hombre que confundió a su mujer con un sombrero, donde el hombre ni siquiera podía reconocer el rostro de su esposa.
Los lindos errores de un programa de búsqueda de imágenes, que no distinguen entre un perro chihuahua y un muffin de arándano, ni entre un gato y un helado de caramelo, se volvieron virales en línea. Si bien incluso los niños de tres años pueden decir fácilmente si es un perro o un gato, no es tan simple que la inteligencia artificial distinga diferentes imágenes. El análisis de imágenes por tecnología de inteligencia artificial también se está desarrollando imitando el procesamiento humano de la información visual, pero la etapa de finalización aún está muy lejos.

En los últimos años, se han desarrollado cámaras que están más allá de las cámaras de alta sensibilidad y alta resolución; reconocen rostros y se centran en las personas o fotografían automáticamente en respuesta a expresiones faciales. Incluso la tecnología para reconocer el parpadeo y evitarlo se está implementando rápidamente. Las tecnologías de imagen de vanguardia, como la realidad virtual y la televisión en 3D, también se están desarrollando imitando las capacidades cognitivas estereoscópicas y la percepción natural del color del sistema visual humano. Estas tecnologías ya se utilizan en nuestros ojos de manera sofisticada. Es solo que este hecho ha sido descubierto recientemente.
La compleja secuencia que forma la precisión de la estructura del ojo y la visión, es increíble. La visión es un sentido sofisticado y complicado que se forma solo cuando todos los enlaces desde la córnea hasta la corteza visual se activan y funcionan juntos en un instante. Hemos estado viendo el mundo a través de nuestros ojos durante mucho tiempo. Sin embargo, no nos dimos cuenta de lo especial que es nuestra visión. Diversas cámaras y el increíble desarrollo de las tecnologías de imágenes nos hacen pensar de nuevo sobre el sentido de la vista del cuerpo humano.
“El que hizo el oído, ¿no oirá? El que formó el ojo, ¿no verá?” Sal. 94:9
“La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?” Mt. 6:22-23
- Referencia
- Traducido del japonés al coreano por Kang Keum-hui y Lee Se-yeong, Sentidos: Un mecanismo sorprendente, Newton Press Japan, 2015
- Traducido del japonés al coreano por Kang Keum-hui y Lee Se-yeong, Cuerpo Humano: Anatomía del siglo xxi, Newton Press Japan, 2006
- Lee Eun-hui, Historia de los ojos de Harihara, Hankyoreh Press, 2016
- Tatsuo Sakai, traducido del japones al coreano por Yun Hye-rim, Anatomia, el secreto escondido en mi cuerpo, Jeonnamusup, 2019