¿Por qué Jesús comparó a los falsos profetas con sepulcros blanqueados en Mateo 23?
Jesús enseñó muchas cosas en parábolas cuando predicaba las buenas nuevas del reino de los cielos. Usó parábolas porque quería hacer conocer la verdad solo a quienes les era dado saber los misterios del reino de los cielos (Mt. 13:10-15, 34).
Es decir, muchas parábolas dichas por Jesús son enseñanzas relacionadas directamente con nuestra salvación. La parábola de los “sepulcros blanqueados” también contiene el profundo significado de la salvación.
Blanqueado
El término “blanqueado” usualmente hace referencia a aplicar una capa de pintura blanca. Esto es usado metafóricamente en la Biblia para referirse a una persona o a un grupo que intenta hacer que la falsedad se vea como la verdad.
Echemos un vistazo a los registros bíblicos concernientes a esto. En los tiempos del Antiguo Testamento, los falsos profetas prometieron la paz a los israelitas, pero el profeta Ezequiel decía que esto era como cubrir una pared con lodo suelto. Diciendo esto, les profetizó que serían condenados a la destrucción.
“Sí, por cuanto engañaron a mi pueblo, diciendo: Paz, no habiendo paz; y uno edificaba la pared, y he aquí que los otros la recubrían con lodo suelto, di a los recubridores con lodo suelto, que caerá; vendrá lluvia torrencial, y enviaré piedras de granizo que la hagan caer, y viento tempestuoso la romperá. […] Así desbarataré la pared que vosotros recubristeis con lodo suelto, y la echaré a tierra, y será descubierto su cimiento, y caerá, y seréis consumidos en medio de ella; y sabréis que yo soy Jehová. Cumpliré así mi furor en la pared y en los que la recubrieron con lodo suelto; y os diré: No existe la pared, ni los que la recubrieron.” Ez. 13:10-15
El apóstol Pablo le dijo “pared blanqueada” al sumo sacerdote Ananías, que había pecado contra Dios obstaculizando el evangelio.
“Entonces Pablo, mirando fijamente al concilio, dijo: Varones hermanos, yo con toda buena conciencia he vivido delante de Dios hasta el día de hoy. El sumo sacerdote Ananías ordenó entonces a los que estaban junto a él, que le golpeasen en la boca. Entonces Pablo le dijo: ¡Dios te golpeará a ti, pared blanqueada!” Hch. 23:1-3
Sepulcros blanqueados
Jesús compara a los escribas y fariseos hipócritas con sepulcros blanqueados.
“¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.” Mt. 23:27-28
Los falsos profetas tienen por hábito hacer cosas detestables, y engañan al pueblo y cierran el reino de los cielos delante de ellos. Son como sepulcros blanqueados, que por fuera se muestran hermosos y limpios, pero por dentro están llenos de inmundicia. Por eso nunca podrán escapar del castigo del infierno.
“¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque devoráis las casas de las viudas, y como pretexto hacéis largas oraciones; por esto recibiréis mayor condenación. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros.” Mt. 23:14-15
“¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno?” Mt. 23:33
De este modo, la Biblia compara a los falsos profetas y sus denominaciones con sepulcros blanqueados; porque aunque una iglesia sea muy grande y espléndida por fuera y tenga una larga historia y tradición, si no tiene la verdad, nunca podrá ser un lugar de salvación.
Hoy, en el mundo existen muchas iglesias dirigidas por falsos profetas como sepulcros blanqueados; ellos cierran el reino de los cielos delante de la gente, engañándola con falsedad y violación de la ley mientras claman a Dios: “Señor, Señor” (Mt. 7:21-23). La Biblia se refiere a las falsas iglesias como la Babilonia espiritual. Dios quiere que su pueblo salga rápidamente de Babilonia, una habitación de demonios que está llena de maldad y violación de la ley de Dios, antes de la venida del juicio de Dios, para que no sean condenados con ella.
“Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible. Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites. Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas; porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades.” Ap. 18:2-5
Ahora es el tiempo de guiar al refugio de la salvación a nuestros hermanos que están muriendo en la Babilonia espiritual como un sepulcro blanqueado, tan rápido como sea posible. Entonces, ¿dónde es el lugar de la salvación preparado para nosotros?
“Anunciad en Judá, y proclamad en Jerusalén, y decid: Tocad trompeta en la tierra; pregonad, juntaos, y decid: Reuníos, y entrémonos en las ciudades fortificadas. Alzad bandera en Sion, huid, no os detengáis; porque yo hago venir mal del norte, y quebrantamiento grande.” Jer. 4:5-6
Sion, el refugio seguro donde Dios nos da la salvación morando con nosotros, es la iglesia verdadera que guarda las fiestas de Dios.
“Mira a Sion, ciudad de nuestras fiestas solemnes; tus ojos verán a Jerusalén, morada de quietud, tienda que no será desarmada, ni serán arrancadas sus estacas, ni ninguna de sus cuerdas será rota. Porque ciertamente allí será Jehová para con nosotros fuerte, lugar de ríos, de arroyos muy anchos, por el cual no andará galera de remos, ni por él pasará gran nave. Porque Jehová es nuestro juez, Jehová es nuestro legislador, Jehová es nuestro Rey; él mismo nos salvará.” Is. 33:20-22
Dando gracias a Dios por permitirnos conocer el secreto de la salvación y por guiar nuestras almas dormidas al camino de la vida, debemos cumplir la misión de un verdadero profeta que se nos ha encomendado en esta época, guiando muchas almas a Sion, donde se celebran las fiestas solemnes de Dios.