Atado con el vínculo de la paz

D.Tuvshinjargal, desde Ulán Bator, Mongolia

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Soy una mujer de temperamento impaciente. Me he vuelto un tanto paciente después de convertirme en hija de Dios, pero todavía no he cambiado totalmente. Un día, mi ímpetu hirió los sentimientos de un miembro. Lamentándolo, estaba leyendo la Biblia para buscar una solución. Entonces estos versículos llamaron mi atención.

“Con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.” Efesios 4:2-3

“Solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz”; estas palabras resonaron en mi corazón. Cuando las cosas no salían como quería, si alguien entendía mal mis palabras o acciones, y si alguien pensaba lo contrario de lo que yo pensaba, me sentía frustrada y no podía soportarlo. Fue difícil atarme con el vínculo de la paz.

Sin embargo, Dios, cuyo ejemplo debemos seguir en nuestra fe, es totalmente diferente. Dios vino a la tierra en la carne y sufrió muchas aflicciones y persecuciones para salvarnos. Aunque Él podía derrotar a todos los malvados que estaban en su contra y castigarlos de inmediato como Dios Todopoderoso, silenciosamente eligió el camino del sufrimiento para la salvación de sus hijos, tal como estaba escrito en la Biblia acerca de que como cordero sería llevado al matadero y como oveja delante de sus trasquiladores (Is 53:7). Pensando en mis graves pecados perdonados por el gran amor y sacrificio de Dios, me avergoncé de mí misma.

Ahora, quiero practicar la humildad, la mansedumbre y la paciencia, para poder estar atada con el vínculo de la paz. Oro sinceramente para no herir a ningún alma. Dios Padre y Dios Madre, por favor háganme estar unida con los hermanos y hermanas de Sion por medio del Espíritu Santo.