La creación de los cielos y la tierra, un arte brillante ​

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Miguel Ángel pintó la bóveda durante cuatro años.

La creación de Adán es una famosa parte de esta. Fue doloroso, ya que tenía que levantar los brazos todo el día, pero continuó con la obra con todo su corazón y alma.

Cuando se completó, escribió su nombre en el fresco con satisfacción, y salió por la puerta de la iglesia. El sol brillante, el cielo azul y las aves volando en el aire… Miguel Ángel quedó hipnotizado por la belleza de la naturaleza. En aquel momento, un pensamiento cruzó por su mente.

“Dios creó la hermosa naturaleza y no dejó ninguna huella para anunciar que era su obra de arte, pero yo quería jactarme de mí mismo solo porque dibujé un pequeño mural.”

Regresó a la iglesia y borró su nombre. Desde entonces, no escribió su nombre en sus obras.