Temiendo a la Madre celestial

Seo Mi-ju, desde Incheon, Corea

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Desde que recibí la verdad, escuchaba la voz de la Madre y la veía a menudo en las reuniones de la iglesia. Daba por descontadas estas oportunidades, pero de repente me di cuenta de las grandes bendiciones que eran, escuchando un sermón durante el culto.

“Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.” Ap 21:2

La Nueva Jerusalén, que desciende del cielo, de Dios, es la Madre celestial. Dios Madre Todopoderoso ha venido a la tierra para morar con sus hijos. ¡Qué gran bendición es que podamos escuchar directamente la voz de la Madre celestial y verla con nuestros propios ojos!

Los israelitas temían incluso la voz de Dios, lo que me hace reflexionar sobre si me he acercado a la Madre celestial con temor. Aunque Ella está en la carne como nosotros, debemos tener en cuenta que es Dios que siempre debemos venerar y adorar.