Darío Silva, que era un futbolista representativo de Uruguay, perdió su pierna derecha en un accidente automovilístico en 2006. Al escuchar la noticia, muchas personas sintieron pena por él; sin embargo, él sorprendió a la gente expresando palabras inesperadas.
Dijo que estaba agradecido de haber podido experimentar los momentos brillantes en su carrera futbolística porque no pasó por esas pruebas al comienzo de su carrera.
Apareció en un partido de caridad con una pierna protésica en 2009, y recibió una gran ovación por marcar un gol; una sonrisa feliz se dibujó en su rostro.