La temperatura corporal normal es de 36,5 ℃. A esta temperatura, la circulación de la sangre y las actividades enzimáticas que son cruciales para mantener la vida tales como el metabolismo, la inmunidad, la digestión y la absorción, son más activas. Si la temperatura cae 1 ℃, las enzimas del cuerpo se vuelven menos activas, lo cual debilita la inmunidad y el metabolismo, y hace que el cuerpo se vea afectado fácilmente por las enfermedades. Cuando la temperatura desciende a 34 ℃, provoca ritmo lento del corazón, discurso inarticulado y desequilibrio del cuerpo. Cuando cae a 33 ℃, los músculos se endurecen y se producen alucinaciones. A 30 ℃, la persona queda inconsciente, y una temperatura corporal de 28 ℃ causa la muerte.
De esta manera, la temperatura corporal está profundamente relacionada con la vida. Es por eso que nuestro cuerpo opera el sistema que mantiene la temperatura corporal adecuada en todo momento. Cuando la temperatura del cuerpo cae, los vasos sanguíneos se contraen para evitar la pérdida de calor, y produce calor haciendo temblar el cuerpo o haciendo que los dientes superiores e inferiores se estremezcan. Cuando la temperatura corporal sube, el cuerpo emite sudor para enfriarlo.
Podemos mantenernos saludables cuando mantenemos la temperatura corporal a 36,5 ℃ los 365 días del año. ¿Podría ser esto una señal de nuestro cuerpo para que mantengamos caliente la temperatura del corazón en todo momento así como la cálida temperatura corporal?