
Cuando de repente comienza a llover después de colgar la ropa en el tendedero, podríamos irritarnos y pensar: “¿Qué? ¡Todo mi duro trabajo fue en vano!”. Pero podemos encontrar algo positivo: “Gracias a Dios, les di paraguas a mis hijos antes de que se fueran en la mañana”. Si de todos modos tendrá que lavar la ropa una vez más, ¿qué le hará sentir menos afligido?
Aunque enfrentemos una situación difícil e irritable, estaremos contentos si cambiamos de parecer. De hecho, vivimos en un sinnúmero de buenas circunstancias. Podemos beber agua limpia, disfrutar de comidas deliciosas, reír, tenemos una familia con quien estar, tenemos un lugar donde dormir, nada malo nos ha sucedido… ¡Así que mire lo felices que somos! La gratitud surge automáticamente cuando encontramos lo que es afortunado.
- Consejos
- Cuando enfrente una situación difícil, piense: “Gracias a Dios que…”
- Converse con su familia durante la cena sobre lo que lo hizo feliz durante el día.
- Antes de acostarse, encuentre tres cosas o más que haya considerado como buena suerte durante el día.
- Encuentre cosas afortunadas y escríbalas en su cuaderno.
- Encuentre las cosas afortunadas de alguien más y hágaselas saber.
(Tenga cuidado de no dar la impresión de que es fácil de decir porque no son sus propias cosas.)