“Aunque todos los demás sean engañados, ¡yo nunca!” Debe de haber dicho esto jactanciosamente al menos una vez. Cuando ve la televisión o usa la Internet, siempre que ve contenidos nocivos como escenas lascivas o estimulantes, podría pensar que estas cosas traerán consecuencias negativas a otros, pero no a usted. A esto se le denomina “efecto de tercera persona”. Esta percepción proviene de la autoestima de que su juicio es mejor que el de otras personas que son influenciadas por los mensajes de los medios de comunicación.
Por el contrario, suele pensar que los mensajes positivos y justos de los medios de comunicación como anuncios de servicios públicos, tienen un mayor efecto sobre sí mismo que sobre otros. Esto se llama “efecto de primera persona”. Podría pensar: “He entendido bien, ¿pero los demás cambiarán su actitud por este anuncio?”
Por favor, tenga en cuenta que la percepción de que los demás son influenciados por cosas malas mientras que usted solo es influenciado por cosas buenas, puede ser un atajo para debilitar su discernimiento.