El verdadero descanso

Lee Jae-uk, desde Sacheon, Corea

7,804 visualizaciones

Hay algo que muchos trabajadores hacen primero cuando reciben un nuevo calendario: contar los feriados. Los feriados proporcionan mucha felicidad a los trabajadores. Para mí, que apenas he empezado una carrera, el otoño de 2018 fue el mejor que tuve. Fue porque pude descansar muy bien durante siete días: cinco días por el Chuseok (feriado nacional de otoño), uno por el Día de la Fundación Nacional de Corea, y uno por el Día de la Proclamación del Hangul (alfabeto coreano).

Regresé a trabajar después de unas largas vacaciones. Empecé a trabajar con una determinación: “Trabajaré arduamente desde hoy ya que descansé muy bien”, sin embargo, me era difícil concentrarme en el trabajo. Me confundía con las tareas que me resultaban sencillas en días normales, y los trabajos se devolvieron porque no los hice correctamente al pasar por un largo procedimiento. Cuando estaba escribiendo documentos, mi jefe también me regañó porque omití los puntos principales. Tuve dificultades durante unos días hasta que volví a mi estado anterior cuando solía ser hábil y rápido.

—¿Por qué estoy así estos días?

Tras salir del trabajo, tomé una ducha rápida y me recosté en la cama, y medité sobre mí mismo detenidamente. Los momentos en que solía ver televisión, navegar por Internet y tomar una siesta se mostraron en mi cabeza. La razón por la que no me podía adaptar a mi ocupado horario era que mi cuerpo se volvió perezoso durante las vacaciones.

En realidad, aunque era difícil trabajar como en un campo de batalla, esos días me hicieron llevar una vida fiel y diligente sin ser perezoso. Cuando trabajaba con objetivos claros, me sentía motivado porque podía observar el resultado de mis esfuerzos. No obstante, cuando las vacaciones llegaron, no hice nada por mucho tiempo como un tipo de compensación por haber trabajado duro hasta entonces. Pensé que debía descansar. Podría haber pasado un tiempo significativo ayudando a mis familiares que estaban ocupados con los feriados nacionales, o podría haber trabajado en mi desarrollo personal, lo cual no hacía en días regulares debido a mi apretada agenda. Pero finalmente, las vacaciones que pasé con indolencia tuvieron efectos negativos en mí.

Me sentí frustrado, pero al final comprendí algo. Los miembros de nuestra familia de Sion están ocupados haciendo la obra del evangelio todos los días. A veces necesitamos descansar para recargar nuestra energía. Pero si dejamos todo por eso, se convierte en un veneno que destruye nuestras almas, y no brinda ningún descanso. Si pensamos que un descanso es un momento de no hacer nada, la pereza se nos acercará silenciosamente y arruinará los resultados del evangelio por los que hemos trabajado, en un instante.

“La pereza hace caer en profundo sueño, y el alma negligente padecerá hambre.” Pr 19:15

“En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor.” Ro 12:11

Creo que ahora sé por qué existen estos versículos en la Biblia.

Se dice que tener un ritmo constante durante el día, incluso con movimientos corporales, es la manera de tener un verdadero descanso. Estoy de acuerdo en eso. Yo también tendré un verdadero descanso que pueda ayudarme a reflexionar sobre mí mismo mientras hago las tareas que se me encomiendan espiritual y físicamente. Entonces, volveré a ser activo física y espiritualmente y correré vigorosamente cuando terminen las vacaciones.