『Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.』 Ef. 4:29
『Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, […]』 Col. 4:6
En la Biblia, hay muchos versículos relacionados con lo que debemos hablar. La mayoría de ellos nos enseñan a expresar palabras que conmuevan a los oyentes y los ayuden.
Las palabras pueden ser una semilla de bendición o una semilla de desdicha. Algunos llevan una vida dichosa utilizando palabras adecuadas, mientras que otros arruinan su vida con un desliz verbal. La mayoría de los accidentes que llegaron a ser titulares en las noticias, empezaron con palabras inadecuadas si nos remontamos a qué los causó.
En lugar de decir palabras que no den gracia a los oyentes en lo más mínimo, pronunciemos palabras de consuelo y ánimo de modo que podamos sembrar la esperanza en el cielo y fortalecer nuestra fe mutuamente. Una palabra puede ser lo suficientemente poderosa para salvar un alma moribunda, incluyendo mi propia alma.
『Panal de miel son los dichos suaves; suavidad al alma y medicina para los huesos.』 Pr. 16:24