Por lo general, las personas se acurrucan cuando están enfermas; sin embargo, una investigación sugiere que estirar el cuerpo es más efectivo para superar el dolor que encogerse de hombros.

Cuando saca el pecho y posa para parecer dominante, la testosterona, una hormona masculina que ayuda a soportar el dolor, se produce en mayor cantidad.
Además, existe una razón psicológica. Si se inclina hacia adelante, su cuerpo siente que el dolor que está enfrentando es difícil de superar. Por el contrario, si estira su cuerpo, este gana confianza para soportar el dolor.
El mismo principio se aplica al dolor mental. Cuando atraviese un problema, levantar la barbilla es más provechoso que bajar la cabeza para soportarlo.
Mientras más le duelan el cuerpo y la mente, más pensamientos y actitudes positivas debemos tener para superarlos.