El poder del cambio

Lim Chia Kee, desde Kuala Lumpur, Malasia

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Hace poco, una hermana nueva recibió la bendición de guiar a su hermana menor a Dios. Ella ama mucho la palabra de Dios. Cada vez que tenía tiempo, iba a Sion para estudiar la Biblia a pesar de que estaba cansada por el trabajo, y compartía la palabra de Dios con los miembros de su familia cuando regresaba a casa. Luego guio primero a su madre a Sion. Pero al dictarse la orden de inamovilidad debido a la COVID-19, no pudo venir a Sion para estudiar y rendir culto. Estaba triste y desanimada. Y lo peor fue que enfrentó dificultades financieras, por lo que atravesó un momento difícil. Pero agradeció a Dios por ayudarla en momentos de necesidad y no perdió la fe. Puesto que se mantuvo más fiel a Dios durante este tiempo difícil, Dios permitió que su hermana menor fuera un fruto del evangelio.

De hecho, la hermana menor no escuchó la palabra de Dios al principio, diciendo que no entendía por qué su hermana mayor iba a una iglesia lejos de su casa en lugar de ir a una iglesia cercana. Y agregó que se bautizaría en una iglesia protestante cercana, pero la iglesia pospuso el bautismo y quiso que ella tomara estudios bíblicos primero. Posteriormente, se implementó la orden de inamovilidad y ya no pudo ir allí. Entretanto, escuchó la verdad sobre el Día de Reposo, Jesús en su segunda venida y la Madre celestial a través de su hermana mayor y sintió interés en la palabra de Dios.

Además, hubo otro factor que provocó que la hermana menor abriera su corazón. Fue el cambio de su hermana. La hermana mayor, que solía ser un poco agresiva con sus palabras y acciones, tenía una mala relación con su mamá. Pero después de recibir la verdad, puso en práctica la Lección de la Madre, aprendió a pedir perdón a los demás, y sus acciones se volvieron significativamente amables. Al ver a la hermana mayor llevarse bien con su madre tan repentinamente e incluso llevar a su madre a su iglesia, la hermana menor decidió seguir a su hermana mayor a la iglesia.

Ahora, la hermana espera ansiosamente que la orden de inamovilidad termine pronto para poder rendir los cultos en Sion con todos los miembros de su familia. Y expresó que gracias al amor y la enseñanza de la Madre celestial pudo amar a su familia y orar sinceramente por ellos. Ahora espera compartir el amor que recibió de la Madre celestial no solo con su familia sino también con todas las personas que la rodean. Creo que Dios estará complacido con ella y seguramente cumplirá el deseo de su corazón.