Frutos de la paciencia llevados en Chana

Shivansh Gupta, desde Bhopal, India

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La Sion de Bhopal ha sido bendecida con muchos jóvenes, gracias a la Madre celestial que ora día y noche por sus hijos. Con la consideración de los señores y señoras, podemos concentrarnos únicamente en la predicación y en dar la bienvenida a los nuevos hermanos y hermanas. Es por ello que nos damos valor unos a otros aún más.

Cuando nos reunimos para predicar, pedimos sinceramente al Padre y a la Madre celestiales que nos permitan cumplir la misión del evangelio. El Padre y la Madre oyeron nuestras oraciones y nos permitieron la bendición de llevar muchas almas preciosas. Entre ellas está la hermana Sushilla. Al principio, fue difícil para ella aceptar a la Madre celestial, pero cuando leyó Gálatas 4:26 que dice: “Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre”, silenciosamente asintió con la cabeza y recibió la verdad.

Teniendo confianza en la verdad, le predicó a su esposo, que pensaba que todas las iglesias funcionaban como herramienta de negocio. Pero al final, vino a Sion y se convirtió en nuestro hermano. Él es el hermano Ravi. Él leía muchos libros religiosos pero no podía calmar su sed espiritual, sin encontrar la verdad perfecta. No obstante, después de estudiar las profecías de la Biblia y su cumplimiento, Cristo en su segunda venida y Dios Madre, finalmente se convirtió en hijo de Dios Elohim.

Yo también llegué a comprender más el sacrificio del Padre celestial, saliendo a predicar con él. Como él tiene edad, su cuerpo es débil. Viéndolo, me imaginaba cómo el Padre celestial predicaba el evangelio. El hermano Ravi predicó a sus conocidos pero desafortunadamente negaron la verdad o no la comprendieron. Pero aun así, él trató más y más de transmitir la verdad. También sirvió a Sion con sinceridad; e incluso después de mucho tiempo, siguió actuando igual.

En 2014, el hermano Ravi predicó en Chana, donde había trabajado en la estación de radio. Una vez, preguntó si había un miembro de Sion que pudiera venir con él para enseñar la verdad más profundamente. Chana estaba aproximadamente a 650 km de distancia de Bhopal, y tomaba seis horas en tren y luego cuatro horas más en automóvil. No obstante, estábamos muy felices pensando en encontrar a nuestros hermanos y hermanas aun en ese remoto lugar.

Cuando llegamos allí, cerca de treinta personas se reunieron para oír el evangelio y dos de ellas recibieron una nueva vida, con esperanza en el cielo. El hermano Ravi se emocionó mucho y se preguntó qué milagro haría Dios en Chana. El número de hermanos y hermanas que encontramos en Chana aumentó hasta más de ocho rápidamente.

Hubo dificultad, dolor y sacrificio hasta que la verdad llegara a estas almas. Antes de la Pascua, el camino a Chana fue bloqueado temporalmente, pero por la gracia de la Madre, los hermanos y hermanas de Chana fueron a la Sion más cercana en Jabalpur para guardar la Pascua. Muchos miembros deben de haber orado fervientemente a Dios para abrir el camino para ellos. Después, llegamos a oír las buenas noticias de Chana de que más y más almas estaban listas para recibir la verdad. Un esposo que se oponía a la fe de su esposa se convirtió en miembro de la familia celestial y ansiaba estudiar la palabra y predicar el evangelio.

En 2016, escuché que cerca de cuarenta hermanos y hermanas fueron encontrados en Chana. Supe a través del equipo misionero de corto plazo a Chana que ningún miembro habría sido encontrado fácilmente. Los miembros recientemente hallados estaban llenos de gratitud y humildad hacia Dios por permitirles escuchar estas buenas noticias de salvación. Aún hay muchas almas en Chana que están esperando ser hijos de la Madre celestial.

Nuevamente doy gracias al Padre y a la Madre, quienes gobiernan todo. Aunque el resultado del evangelio no se ve de inmediato, ninguno de nuestros esfuerzos en el Padre y la Madre es en vano. El Padre y la Madre observan atentamente nuestro corazón y nos cuidan en todo. Hoy también, oro por mis hermanos de la Sion de Chana. Hasta que entremos en el reino de los cielos, no dejaré de esforzarme por llevar buenos frutos.