Bendiciones dadas a los que creen y actúan

Jorge Maza Quevedo, desde Lima, Perú

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Se estableció un plan de la misión de corto plazo para la ciudad de Chachapoyas, capital de la región Amazonas en Perú; cabe mencionar que esta región tiene una población de unos 40 000 habitantes. El plan consistía en el envío de cuatro grupos de equipos misioneros de 15 días cada grupo: en total fueron 38 hermanos distribuidos en cuatro equipos misioneros.

Iniciamos este plan primeramente haciendo una resolución: “Cumplamos la misión del evangelio, confiando completamente en el Padre y la Madre celestiales”, así que oramos mucho con una sola mente para que nos ayudaran en esta misión.

Entonces dos miembros del personal pastoral fueron allí unos días antes de que el primer equipo partiera, con la misión de explorar el lugar de la predicación y buscar un edificio adecuado para ser utilizado como una iglesia sucursal.

Incluso en Lima, una gran ciudad, se tarda de tres a cuatro meses para conseguir una casa grande. No iba a ser fácil encontrar una casa adecuada en una ciudad remota en unos pocos días. Sin embargo, encontramos un lugar dentro de tres días. Quedamos muy sorprendidos porque la dueña de la casa nos entregó las llaves ese mismo día e incluso nos proporcionó unas sillas, mesas y algunos artículos básicos que se necesitan en una iglesia sucursal.

Esto nos hizo recordar cuando Jesús envió a dos de sus discípulos antes de entrar en Jerusalén. Nada pudo detenerlo cuando Dios dijo: “El Señor los necesita” (Lc. 19:31). Pudimos sentir que nuestra misión de corto plazo estaba dispuesta a cumplirse como Dios dijo: “Será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones” (Mt. 24:14).

El 12 de diciembre de 2016, el primer equipo partió a Chachapoyas. Ellos predicaron la verdad de la Madre celestial diligentemente por quince días. El segundo equipo no solo tenía la misión de predicar, sino de dar el alimento espiritual a los bautizados del equipo misionero anterior. Y así sucesivamente, el tercer y el cuarto equipos estimularon la preparación para el establecimiento de una iglesia sucursal.

En Chachapoyas, que había estado oscuro espiritualmente, más de cuarenta preciosos familiares celestiales se encontraron a través de la misión de corto plazo llevada a cabo sucesivamente durante dos meses. La mitad de ellos guardaron los cultos.

En un corto período, una iglesia sucursal se estableció en Chachapoyas, y quedé muy impresionado los cuatro días que permanecí allí. Había pensado que estaría ocupado visitando uno y otro lugar cuando fui a Chachapoyas. Sin embargo, casi no necesitaba visitar a nadie porque los estudios bíblicos no cesaban con los nuevos miembros que venían a Sion.

Llegué a Chachapoyas al terminar la tarde. Cuando estaba a punto de salir de Sion, recibí una llamada telefónica diciendo que algunos nuevos hermanos y hermanas venían a estudiar la Biblia. Estudiaron la Biblia hasta altas horas de la noche, y al día siguiente el estudio continuó desde la mañana hasta la tarde.

Después de terminar el estudio de la Biblia, otro grupo de hermanos llegaron a estudiar y estudiamos la Biblia hasta tarde. Luego, supuse que en la noche no llegaría ningún hermano, y me preparé para salir a visitar, pero llegó otro grupo de miembros.

Los nuevos miembros consideraban preciosos los mandamientos de Dios, y hacían esfuerzos por guardarlos. Entre ellos está la familia Ocampo, de seis miembros.

La familia trabaja en una granja en las afueras de la ciudad. Comprendiendo la importancia del Día de Reposo, pidieron a su patrón que les permitiese guardar el Día de Reposo. Se armaron de valor para pedirlo, porque podían sufrir una desventaja financiera si desagradaban a su patrón.

Al principio, el patrón rechazó su petición, pero luego cambió de opinión por un incidente inesperado: en la tarde de un Día de Reposo, el dueño estaba talando un árbol muy grande hasta que cayó al suelo, pero una rama muy grande cayó sobre su cabeza y quedó muy mal herido, casi inconsciente. Luego de recuperarse, llamó a la familia Ocampo y les dio permiso para no venir a trabajar en el Día de Reposo. El hermano y toda su familia vinieron a guardar el siguiente Día de Reposo. Afortunadamente, su patrón también prometió estudiar la palabra de Dios.

Algo que comprendí al cultivar un nuevo campo del evangelio, es que Dios da sus bendiciones a aquellos que creen en su palabra y la ponen en práctica. En este momento difícil en que el mundo entero sufre económicamente, los hermanos y hermanas del Perú también tienen sus propias dificultades. Sin embargo, muchos de ellos voluntariamente se ofrecieron con alegría para la misión de corto plazo para ser los protagonistas de la profecía.

A través de los miembros que se encontraron con el verdadero Dios y dieron su primer paso en la fe, vi a Dios dar bendiciones a aquellos que ponen en práctica sus palabras. Se aferraron al Día de Reposo, que tiene la santa promesa de Dios, con la determinación de que no sufrirían la pérdida espiritual, aunque sufrieran una pérdida física. Definitivamente mostraron lo que significa arrebatar el reino de los cielos.

Oro para que todos los miembros de la iglesia sucursal de Chachapoyas se conviertan en grandes obreros del evangelio y alumbren la gloria del Padre y la Madre celestiales. ¡Por favor, hagan que todos tengan una fe hermosa y se conviertan en materiales preciosos para el templo de la Jerusalén celestial!