
Alguien deja caer un teléfono móvil desde un metro de altura, lo pone continuamente en una caja de rotación de 360 grados, e incluso le echa agua. Aún más, una persona que pesa unos 100 kg se sienta sobre él o presiona un botón más de 100 000 veces. La razón por la que el teléfono móvil atraviesa tantas torturas, es la prueba de calidad efectuada por la empresa de teléfonos móviles. Con el fin de mejorar la calidad del producto, esta empresa recibe quejas de los clientes e investiga los patrones de uso, y añade nuevas revisiones.
Asimismo, una empresa de recipientes herméticos voltea la tapa articulada más de un millón de veces, y agita el recipiente con líquido en él durante más de 24 horas. Y una empresa de ollas arroceras utiliza al menos 1,5 toneladas de arroz cada vez que lanza un nuevo producto, y pone a prueba el sabor del arroz cocido en cien ollas arroceras todos los días.
Los nuevos productos se lanzan mediante estos rigurosos controles de calidad. Es por eso que se venden como pan caliente a pesar de la recesión.