Diferencia entre “interés” e “interferencia”

El interés nos acerca, pero la interferencia nos aleja. Es porque el interés es altruista y la interferencia es egocéntrica.

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—Cariño, ¿cuál crees que sea mejor para la reunión de exalumnos?

—A ver. El vestido se ve llamativo y el traje se ve demasiado formal.

—No tengo nada más que ponerme excepto estos.

—¿Y esta chaqueta? Ni distintiva ni recargada. ¡Se ve perfecta!

—Pero no tengo una falda adecuada para ella.

—¡Tienes esta falda a cuadros!

—Oh, el color no coincide.

—¿Y estos pantalones?

—No me gustan.

—Dices: “No me gusta esto, no me gusta aquello”. ¿Qué hago?

—Solo olvídalo. Yo me encargaré.

—Lamentabas que no tuviera interés en ti la última vez, ¿pero ahora te molesta mi interés?

Ni el esposo ni la esposa reaccionaron de manera aceptable. Este es un asunto común en el hogar. Entonces, ¿por qué se rompió la paz?

“Interés” que conecta los corazones

En 1924, se realizó un experimento sobre la relación entre la iluminación del lugar de trabajo y la productividad en la planta de Hawthorne en Chicago, EE. UU. El equipo de investigación pensó que si el ambiente de trabajo estaba bien iluminado, la productividad aumentaría; y que si era oscuro, disminuiría. Pero inesperadamente, la productividad continuó aumentando, independientemente de la iluminación del lugar de trabajo. Lo mismo sucedió para otras condiciones, como la temperatura, la humedad y la jornada laboral.

Más tarde, se descubrió que los empleados habían trabajado más, sabiendo que destacados académicos estaban investigando en su lugar de trabajo. En base a esto, el fenómeno de trabajar más denodadamente cuando alguien mira con interés, se llama “efecto Hawthorne”.

El hombre anhela el interés de los demás desde el nacimiento hasta la muerte. Si no presta mucha atención al recién nacido, es probable que el bebé corra peligro, y los ancianos también pueden llevar una vida saludable cuando están al cuidado de su familia y vecinos. Publicar fotos diarias en las redes sociales y esperar las reacciones de los demás, o preguntarles a otros sobre sus propios problemas, proviene del deseo de sentir interés.

En particular, no es exagerado decir que los niños se alimentan de la atención de sus padres. Los expertos aseguran que la razón por la que los niños dicen “te amo” a sus padres, es que quieren escuchar “te amo”. Cuando los niños sienten la falta de atención de sus padres, molestan, mienten o actúan de manera impredecible para llamar la atención. Los niños que reciben suficiente atención de sus padres, rara vez los molestan por dulces o juguetes, sino que tratan de hacer lo que agrada a sus padres, aunque sea difícil de hacer. Los adolescentes que quieren comportarse a su manera, también quieren recibir interés y consuelo sobre sus preocupaciones y elecciones.

Mostrar interés es la mejor manera de tener buenas relaciones. El interés da vida a una personalidad seca y hace que la persona que cerró su mente la abra. No es una gran acción la que hace que una relación sea buena, sino una palabra amable, una sonrisa sincera y un poco de interés al preguntar: “¿Cómo estuvo tu día?”. Al mostrar interés de esta manera, se conectan.

A la mayoría de las personas les gusta hablar de sí mismas y se sienten bien con quienes les muestran interés. Si desea recibir atención, primero muestre su interés en la otra persona. Tan pronto como la indiferencia se convierta en interés, descubrirá cosas nuevas que nunca antes había visto.

La “interferencia” es un interés incorrecto

Cuando tiene afecto por alguien, quiere que esa persona sea como usted; se siente satisfecho cuando esa persona tiene los mismos pensamientos y acciones que los suyos. El error que es probable que cometa al buscar la homogeneidad, es la interferencia. Esto es especialmente cierto entre los miembros de la familia. Entre padres e hijos o entre marido y mujer, aseguran que están expresando sus opiniones, pero a menudo caen en la interferencia.

El problema es que la interferencia causa resistencia y conflicto en lugar de respuestas positivas. Si bien las personas desean recibir atención de los demás, también desean independencia y autonomía para pensar y decidir por sí mismas. Si alguien lo molesta o interfiere con su trabajo, usted se sentirá disgustado. Por lo tanto, debe tener interés en la medida en que la otra persona no se sienta presionada ni incómoda.

La razón por la cual la esposa mencionada se ofendió en la conversación con su esposo, fue que sintió que la reacción del esposo no fue interés sino interferencia. El esposo trató de elegir la ropa de su esposa con interés, pero se disgustó cuando su opinión no fue aceptada, y finalmente culpó a su esposa y se enojó con ella. Si se enoja cuando las cosas no salen como quiere, demuestra que está interfiriendo.

El interés pone la mente de los demás primero, pero la interferencia pone su situación primero. La interferencia es no entender la mente de la otra persona, sino querer que haga lo que espera, tratando de cambiar su opinión y obra. La interferencia se basa en la creencia de que “tengo razón”, lo que hace que siga afirmando sus propias opiniones con impaciencia y desconfianza, diciendo: “¿Por qué no lo haces de esta manera?”, o: “Lo sé porque ya me ha pasado”, o: “Te vas a arrepentir”.

En efecto, no es fácil distinguir claramente entre interés e interferencia; porque hay una diferencia entre las personas al aceptar las mismas palabras y acciones, e incluso los juicios de la misma persona varían, dependiendo de las circunstancias y las emociones. La comunicación es relativa; aunque demuestre su interés con buena voluntad, la otra persona puede aceptarlo como interferencia. Si la otra persona lo considera como interés, puede ser un interés real.

Si no considera incómoda la interferencia de los demás, y cree que algún día será útil, será menos reticente. ¿No habría cambiado la situación si la esposa hubiera apreciado las palabras de interés de su esposo?

Cómo mostrar su sincero interés

Lo importante es cómo mostrar su sincero interés por la otra persona. Si su corazón puro y amoroso hacia la persona que estima, se distorsiona y se considera una interferencia, ¡qué frustrante será! El psicólogo Erich Pinchas Fromm, dijo:

“Si una mujer nos dijera que ama las flores, y vimos que olvidó regarlas, no creeríamos en su ‘amor’ por las flores. El amor es la preocupación activa por la vida y el crecimiento de lo que amamos”.

Como asegura, la preocupación es amor. Se dice: “El antónimo de amor no es odio, sino indiferencia”. En otras palabras, la preocupación o el interés es dar su tiempo con un corazón amoroso y prestar atención; en otras palabras, es “complacer a la otra persona”. Para hacer esto, en primer lugar, debe escuchar a la otra persona, y lo que tiene en su corazón, con los ojos y oídos abiertos. Si está interesado en alguien, querrá saber de él. Puede complacerlo sabiendo lo que le gusta y lo que no le gusta, lo que le hace feliz y lo que lo hiere, y lo que le interesa. Si dice que ama a alguien y no sabe lo que quiere, su interés en él puede ser gravoso o perjudicial para él.

Dale Carnegie declaró: “Puede hacer más amigos en dos meses interesándose en otras personas que en dos años de intentar que otras personas se interesen en usted”. Escuche atentamente cuando la otra persona hable y dé su opinión solo cuando necesite su consejo. Aunque la otra persona rechace su opinión, prepárese para aceptarlo. Debe dejar a un lado el pensamiento “tengo razón” y pensar: “Usted también tiene razón”. Haga preguntas que la otra persona pueda contestar feliz y hable sobre los temas que le interesan. En este momento, es imprescindible un rostro sonriente.

El interés debería expresarse como interés, no como coerción o enojo. Cuando su hijo llega tarde a casa, evite decir: “¿Dónde estabas? ¿Por qué vienes a esta hora?”. Y si en cambio pregunta con una voz gentil: “Estaba preocupada porque no llegaste a tiempo. ¿Qué ocurrió?”, el hijo siente que sus padres tienen interés en él y se preocupan por él.

Para que una preocupación sincera no se transmita como una interferencia severa, se necesitan respeto y cuidadosa consideración. El corazón es importante, y así también la expresión. Las palabras de interés podrían sonar como interferencia, dependiendo del tono del orador. No olvide que el interés sincero comienza con la consideración por la otra persona.

Hay un dicho coreano: “El arroz en el campo crece escuchando los pasos del agricultor”. Esto significa que incluso los cultivos crecen bien cuando son cuidados. No obstante, los agricultores solo deben mirarlos después de hacer lo que pueden, como sembrar, escardar y aplicar fertilizante a tiempo. Los agricultores no deben tirar de los cultivos para un rápido crecimiento ni forzarlos a crecer velozmente. Al igual que el proceso de crecimiento de los cultivos, la paciencia que espera con fe también corresponde a la categoría de interés.

Mientras más cercano sea a una persona, más atención necesita prestarle; y también reconocer la voluntad de cada quien para mantener la relación de manera saludable. El propósito de la crianza no es que los padres controlen a sus hijos como desean, sino criarlos como personas correctas e independientes; y el amor entre esposos puede durar siempre que respeten las diferencias del otro.

Reflexionemos para ver si hemos sido indiferentes con nuestra familia, o hemos interferido demasiado o si a veces hemos dibujado una línea considerando el interés como interferencia. La expresión de un corazón interesado con entendimiento y comprensión mutuo es la manifestación del amor.