
En la película Aladdín, una lámpara mágica concede tres deseos. Cuando Aladdín toma posesión inesperada de la lámpara, decide usar su último deseo, no para sí mismo, sino para ayudar a alguien más. A través de ese acto desinteresado, encuentra un amor que alguna vez creyó imposible y termina con un final feliz.
Al igual que esa lámpara, también nosotros tenemos un don poderoso: la oración, nuestra conversación directa con el Dios Todopoderoso. La oración es vital para nosotros mismos, pero brilla aún más cuando oramos fervientemente por los demás, porque esa oración solo puede surgir del amor.
Este mes, tomémonos un tiempo para orar por nuestra familia. Dios, que escucha toda oración, estará complacido y escuchará con alegría.
- Consejos
- Establezca un tiempo regular para la oración.
- Dé gracias en la oración cuando le suceda algo bueno a su familia.
- Busque la sabiduría de Dios cuando su familia enfrente desafíos.
- Ore con amor, abrazando las carencias de su familia.
- Ore por el bienestar físico y espiritual de su familia.
- Ore por el gozo y la paz duraderas en su familia.
- Ore con fe, confiando que Dios ciertamente lo cumplirá.