En 1966 falleció el cineasta de fama mundial Walt Disney. Cinco años más tarde, en Florida, EE. UU., abrió Disney World, que Disney esperaba con mucha ilusión, el parque de atracciones más grande del mundo. Era cuatro veces el tamaño de Disneyland abierto antes de su muerte. “Lamento que el Sr. Walt no haya podido ver la inauguración”, le decía la gente a Lillian Disney, quien asistió a la ceremonia de inauguración en nombre de su esposo. Entonces ella sonrió.
“No se preocupen. Él lo vio primero”, expresó Lillian.
Esto significaba que su esposo ya estaba dibujando vívidamente Disney World en su cabeza.
Como alcanzó el éxito por su propio esfuerzo después de atravesar una infancia pobre, Walt Disney soñó con crear un mundo cálido y feliz para los niños durante toda su vida. No dudó en asumir nuevos desafíos con la convicción de que si puedes soñar, puedes hacerlo. E incluso después de una serie de dolorosos fracasos, montó una pequeña empresa cinematográfica y realizó la primera animación con sonido. Su primer largometraje, Blancanieves, fue un gran éxito, ganando ocho premios Oscar. Luego comenzó a construir Disney World con el objetivo de crear un parque temático que no existe en ningún otro lugar del mundo.
En el lugar donde se despliegan los sueños de Disney, ahora muchos niños están adquiriendo sueños y esperanzas.