Si entregamos el amor de la Madre
Jo Su-bin, desde Incheon, Corea
Un evento especial se llevó a cabo en Daca, capital de Bangladés. Más de cien miembros de la Iglesia de Dios se reunieron para limpiar la calle por primera vez. Dividieron los equipos: los señores recolectaron la basura con escobas grandes, y los jóvenes, los estudiantes y las señoras siguieron a los señores recogiendo los desperdicios en las bolsas de basura. Bajo la abrasadora luz del sol y el viento mezclado con arena y polvo, la calle de 500 metros de longitud se limpió de la mano de los miembros que no perdieron la sonrisa ni un instante del día.
Es raro ver una actividad de la iglesia en Bangladés porque no hay muchos cristianos. Pero el día en que realizamos el servicio voluntario, usando los chalecos que llevaban el nombre de la iglesia, la respuesta de los ciudadanos fue mayor de lo que esperábamos. Los vendedores de los mercados, el personal de limpieza pública y los ciudadanos en las calles se sorprendieron y tomaron fotografías; se mostraron agradecidos por limpiar enfrente de sus tiendas y levantaron el pulgar en señal de aprobación. Las noticias sobre nuestra limpieza se publicaron en los diarios locales: “Los miembros de la Iglesia de Dios siempre entregan el amor de la Madre. Si el amor de la Madre se transmite y se inscribe en la mente de todas las personas de todo el mundo, las guerras, las dificultades y el dolor desaparecerán”. Al leer el artículo, me sentí muy orgullosa de nuestra iglesia.
No era común que una iglesia llevara a cabo servicios voluntarios en Bangladés, donde la mayoría de las personas no conocen a Dios; pero cuando todos se unieron para entregar el amor de la Madre, no hubo obstáculos delante de nosotros. Espero que el amor de la Madre se extienda a todas las regiones de Bangladés, a partir de este servicio voluntario.