Tres elementos esenciales para el crecimiento de las plantas son el agua, la luz solar y el viento. El más importante de ellos es el agua. Pero no todas las aguas son iguales.
El agua purificada es limpia, pero no ayuda a las plantas a crecer, porque todos los nutrientes que las plantas necesitan se filtran. El agua del grifo es más nutritiva que el agua purificada, pero algunas plantas son sensibles a ciertos componentes del agua del grifo. En el caso de la palma areca o la palma de la mesa, las hojas pueden volverse amarillas debido al contenido de cloro en el agua del grifo. Por lo tanto, debe liberar el cloro en el aire dejando agua del grifo en un recipiente durante un día. El agua calcárea, que contiene cantidades relativamente altas de calcio y magnesio, es bastante perjudicial para las plantas.
¿Cuál es la mejor agua para una planta? Es el agua de lluvia. El agua de lluvia es rica en nutrientes y minerales necesarios para el crecimiento de las plantas y tiene el mismo efecto que el fertilizante gracias al nitrógeno combinado en el aire. Esa es la razón por la cual las plantas se ven más vivas cuando se colocan fuera en días lluviosos.
Las plantas del campo crecen bien, les brotan hojas y flores, y nacen sus frutos, aunque nadie las cuide. Es porque beben agua restauradora que cae del cielo.