La neurona espejo que me refleja

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¿Por qué es que a menudo empatamos cuando hacemos piedra, papel o tijera? ¿Por qué decidimos instantánea e inconscientemente mostrar la misma forma?

Sobre este asunto, un equipo de investigación de neurociencia de la Universidad de Londres, Reino Unido, reveló el resultado de un divertido experimento. Pidieron a los participantes hacer piedra, papel o tijera durante varias rondas, y en cada juego, uno o ambos jugadores estaban con los ojos vendados. Cuando ambos estaban vendados, el porcentaje de empates fue del 33 %, lo cual concuerda con la proporción matemática. No obstante, se elevó a 36 % cuando solo uno de ellos estaba vendado; fue porque el participante que podía ver, imitaba al que estaba con los ojos vendados.

Eso también sucede en nuestra vida diaria. Cuando alguien bosteza en un salón de clases, los demás estudiantes también bostezan como si fuera contagioso. Cuando se conversa frente a frente, si uno apoya el mentón en una de sus manos o cambia de postura, el otro hace lo mismo involuntariamente. A veces, aunque algo no sea tan divertido, si alguien se ríe a carcajadas, el otro también suele reírse. ¿Por qué ocurren estas cosas?

El neurocientífico Rizzolatti descubrió las neuronas espejo por casualidad. Como su nombre indica, la neurona espejo es una neurona que imita el comportamiento de otro como si el observador mismo estuviera realizando la acción. Su equipo de investigación de la Universidad de Parma, Italia, estuvo estudiando las neuronas en el cerebro de un mono macaco que controla sus conductas cuando manipula un objeto con las patas.

En el experimento, encontraron neuronas que se activaban cuando el mono extendía el brazo y tomaba la comida. Pero sorprendentemente, las neuronas se activaban de la misma manera cuando el mono observaba a un investigador tomando la comida. Esta es la neurona espejo. Es porque el mono que observaba los gestos del investigador, sentía como si él mismo estuviera realizando la acción.

Las neuronas en los cerebros humanos no pueden ser estudiadas por separado. Es por eso que se utiliza la imagen por resonancia magnética funcional (IRMf) para ver cómo reacciona el cerebro. El resultado muestra que en los seres humanos también se activa la misma parte del cerebro cuando uno realiza determinada acción y cuando observa a otra persona haciendo la misma acción. Por esta razón, los neuropsicólogos asumen que los seres humanos también poseen neuronas espejo. Sin embargo, puesto que es difícil ver las neuronas individuales en los humanos, es más adecuado verlas como el sistema de neuronas espejo para humanos que como neuronas espejo individuales.

El psicólogo Dimberg, de Suecia, expuso el sistema de neuronas espejo de los seres humanos mediante un simple experimento. Mostró a los participantes diversas imágenes de expresiones faciales, y les pidió que no hicieran ninguna expresión facial cuando las vieran. Y observó cómo cambiaban sus músculos faciales. Cuando se mostró un rostro feliz en la pantalla durante 0,03 segundos, se movieron los músculos de la sonrisa en el rostro de las personas. Del mismo modo, cuando vieron un rostro enojado, hubo un ligero movimiento de los músculos para fruncir el ceño. Aunque las imágenes se mostraron solo ese instante en el que incluso era difícil reconocer qué imagen era, los asistentes siguieron inconscientemente los rostros de las imágenes.

Otro experimento similar muestra la relación entre el sistema de neuronas espejo y las emociones. En este experimento, a los participantes se les mostró imágenes de diferentes expresiones faciales, y a sus cerebros se les tomó imágenes por resonancia magnética funcional.

Lo interesante es que la parte del cerebro que reaccionó cuando los asistentes sintieron un olor nauseabundo, se activó por igual cuando vieron la imagen de un hombre que estaba incómodo sintiendo el mal olor. Con solo mirar el rostro de alguien, percibieron su experiencia y las emociones relacionadas.

Como muestra el resultado, las neuronas espejo afectan las emociones así como los comportamientos. La empatía es la capacidad de entender y compartir los sentimientos de los demás. La palabra empatía está compuesta de em, que significa “en”, y patía, que significa “sentimiento”, y en conjunto expresa la capacidad de proyectar el sentimiento propio a otra persona. En consecuencia la empatía está estrechamente relacionada con las neuronas espejo.

Si vemos a alguien pinchándose con una aguja, sentimos el dolor y fruncimos el ceño como si nosotros nos hubiéramos pinchado. Esta es la razón por la que podemos tener empatía con el dolor o la emoción de otra persona. Copiamos la acción de otro aunque nunca antes lo hayamos hecho, o sentimos la emoción de otro debido al sistema de neuronas espejo en nuestro cerebro.

En cuanto a los monos cuyas neuronas espejo se encuentran principalmente en las partes del cerebro que se encargan de las acciones, pueden imitar solo acciones simples. Por el contrario, el sistema de neuronas espejo de los seres humanos también está conectado con el sistema límbico, que apoya las emociones. Cuando vemos la expresión facial de otra persona, la copiamos de manera inconsciente porque el sistema de neuronas espejo está trabajando. Cuando el sistema de neuronas espejo trabaja, el sistema límbico, que está conectado a este, también se activa, y por esa razón sentimos la misma emoción que la otra persona. Por lo tanto, la empatía es posible debido a la imitación de las acciones causadas por el sistema de neuronas espejo.

El sistema de neuronas espejo tiene una gran influencia en el aprendizaje. Los niños aprenden acciones nuevas imitando a los demás. Los bebés imitan las expresiones faciales de la gente, o abren la boca cuando sus madres la abren para alimentarlos. Con esto, podemos comprender fácilmente la relación entre la imitación y el aprendizaje. Cuando el bebé imita la acción de su madre, esta también imita la acción del bebé, y pueden comunicarse emocionalmente.

La intensidad de la actividad del sistema de neuronas espejo es más fuerte en el sexo femenino que en el masculino, y en el orden de cercanía de las relaciones: familiares, amigos, conocidos y desconocidos. Si vemos este resultado, el sistema de neuronas espejo es sin duda más significativo en la relación entre una madre y su hijo. Puesto que están íntimamente relacionados entre sí más que con cualquier otra persona, cuando el hijo se enferma, la mamá siente incluso más dolor.

Sentir las acciones y las emociones de los demás mediante el cerebro es una capacidad misteriosa que poseen los seres humanos. Así como nos miramos en el espejo, reflejémonos mediante el sistema de neuronas espejo de las personas que nos rodean. La felicidad y la sonrisa en sus rostros es nuestra felicidad y sonrisa reflejadas a través de su sistema de neuronas espejo. La razón por la que tenemos espejos para reflejarnos en nuestro cerebro, podría ser la voluntad del Creador que desea que nos miremos a través de los demás.

Referencias
Ryu In-gyun, Empatía, la llave que abre el corazón (en coreano), Donga Ilbo, 19 de marzo de 2013
Won Ho-seop, ¿Por qué empatamos con frecuencia cuando hacemos piedra, papel o tijera? (en coreano), Donga Science, 26 de julio de 2011
Lee Jeong-mo, La razón por la que podemos hacer que los demás nos imiten (en coreano), KISTI Science Scent, 9 de abril de 2007
Equipo de Investigación Neurológica, Cruzando los límites de la neurociencia (en coreano), Editorial Bada, 2012
Choi Hyeon-seok, Todas las emociones humanas (en coreano), Seohaemunjib, 2011