Hace unos años, en una escuela secundaria de Bucheon, Corea, la maestra de un salón de clase atrajo mucho la atención preparando todos los días el desayuno para sus alumnos. Y en una escuela secundaria de Seúl, Corea, los estudiantes que estuvieron ausentes desde el inicio del semestre comenzaron a asistir a la escuela por sugerencia de su consejero escolar para desayunar juntos, y la tasa de absentismo se redujo notablemente. El desayuno contenía el afecto del consejero escolar por los estudiantes. Esto no solo profundizó la relación entre el maestro y los estudiantes sino también fue una gran herramienta de comunicación. Los estudiantes pudieron disfrutar de una vida escolar saludable y agradable compartiendo sus preocupaciones con el maestro y recibiendo consuelo y consejo.
Hay muchas situaciones que acercan a las personas y fortalecen sus lazos; una de ellas es comer juntos. Los que se reúnen para comer, incluyendo los familiares de uno mismo, se expresan como shig-gu (familia) en Corea, y si una persona se convierte en shig-gu, será cuidada por la familia.
Nos hemos convertido en la familia de Sion disfrutando todos los días de la comida de vida preparada por Dios, el Maestro de nuestras almas. Es por eso que tenemos afecto el uno por el otro. A través de la comida que contiene el abundante amor de Dios, también estamos llenos de bienestar y de felicidad. Cuantos más miembros tengamos es mejor, porque no podemos disfrutar de la bendición solos. Ahora transmitamos el amor que Dios nos ha dado. Recomendemos la comida de Dios a las almas que queremos cuidar como miembros de la familia.