Nuestro concierto

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A diferencia de hoy, los antiguos órganos de tubos sonaban cuando una persona enviaba viento a los tubos que estaban detrás.

Un día, un famoso músico realizó un recital de órgano. El público aplaudió fuertemente por la magnífica y delicada presentación. Cuando el músico se fue detrás del escenario durante el intervalo, un anciano que soplaba el viento detrás del órgano, lo recibió con una gran sonrisa.

—Señor, hoy también nuestro concierto tuvo éxito.

Entonces el músico se quedó consternado y dijo:

—¿Nuestro? Usted no tocó el órgano; ¿cómo puede ser “nuestro” concierto?

—Señor, ¿acaso no soplé el viento para el concierto?

El músico dijo que no era importante, y volvió al escenario para el resto de la actuación. El concierto comenzó después del intervalo. El músico respiró profundamente y tocó el teclado con toda su fuerza, pero el órgano no emitió ningún sonido. Hubo murmullos en el auditorio. El músico estaba confundido y presionó las teclas con más fuerza, pero no había ningún sonido.

Entonces el músico se dio cuenta de algo y miró la parte posterior del órgano. El anciano que soplaba el viento detrás del órgano estaba sentado tranquilamente. El músico se levantó de su asiento, se acercó al anciano, lo saludó cortésmente y se disculpó por lo que había dicho.

—Estaba equivocado. Por favor, realice su gran habilidad. Es hora de empezar “nuestra” presentación.