El reino de las hormigas edificado con trabajo en equipo y sacrificio

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Hay insectos que vemos fácilmente si miramos hacia abajo al caminar por la calle. Se trata de las hormigas; se encuentran no solo en las calles, sino también cerca de las cortezas de los árboles, en los parques infantiles y, lamentablemente, también en las casas. Algunas personas las toman a la ligera, porque son pequeños insectos que se pueden detectar fácilmente a nuestro alrededor, pero pocos saben que las hormigas han vivido en la Tierra desde tiempos inmemoriales, desde el Cretácico, el último período de la era mesozoica.

Mientras que la carcoma grande y los escarabajos peloteros, parientes lejanos de las hormigas, están en peligro de extinción1, las hormigas han prosperado tanto que se estima que el número total de hormigas en la Tierra es de diez cuatrillones. Hay aproximadamente 15 000 especies de hormigas, con unas 5000 especies registradas y muchas por descubrir. Por lo tanto, no deben ser menospreciadas por ser pequeñas. Biólogos como Edward Osborne, dicen sin dudar: “Las hormigas son las conquistadoras de la Tierra”, “Las hormigas son las gobernantes de la Tierra”.

1. Ministerio de Medio Ambiente de Corea, Lista de especies en peligro de extinción 2018

¿Cuál es el secreto oculto de la asombrosa prosperidad de las hormigas? Ahora emprendamos un viaje por el mundo de las hormigas, a las que posiblemente no hayamos prestado atención.

División del trabajo de las hormigas

Supongamos que usted es una hormiga en el reino de las hormigas. Está disfrutando de su día tranquilo cuando, de repente, un enemigo irrumpe y comienza a destruir cosas en su casa. ¿Qué acción tendría que tomar en esta situación? Dependerá del tipo de hormiga que sea. Es porque a todas las hormigas se les encomiendan determinadas funciones. Las hormigas prosperan tanto gracias al tremendo poder obtenido de la división del trabajo.

La característica más notable en la sociedad de las hormigas es la división del trabajo en cuanto a la procreación. Solo las hormigas reinas, las hembras reproductoras, ponen huevos, y las hormigas obreras, las hembras obreras, comparten todas las demás tareas necesarias. Las princesas hormigas, futuras reinas, dedican su tiempo a reservar energía para el vuelo nupcial2 al igual que los machos.

2. Fase durante la cual una abeja reina o una hormiga reina vuela junto con abejas u hormigas macho y se aparean bajo ciertas condiciones climáticas.

Esta división del trabajo es muy peculiar; algunos trabajan toda la vida y otros solo comen hasta que abandonan su hormiguero. Aunque parezca injusto, es muy económico para su supervivencia en el feroz ecosistema. A otros animales que dan a luz a sus crías y las cuidan y alimentan individualmente, les toma mucho tiempo completar una generación, y es muy arriesgado. Por el contrario, las hormigas optimizan la productividad al manejar una amplia gama de tareas rápidamente en cada paso. Además, dado que numerosas hormigas realizan el mismo trabajo simultáneamente, aunque ocurran problemas en algún lugar, no tiene mucho impacto en toda la operación. Es como una línea de producción en una fábrica. Es sorprendente que tanta sabiduría provenga de esos pequeños insectos.

Así como hay muchas cosas que atender incluso para una familia, hay una enorme cantidad de trabajo para las hormigas obreras en el reino de las hormigas. ¿Cómo dividen las hormigas obreras su carga de trabajo? Esto varía según la especie, pero normalmente realizan diferentes trabajos a medida que envejecen. Cuando son muy jóvenes hacen diferentes recados, permaneciendo cerca de la reina; pero cuando crecen un poco más, cuidan huevos o larvas. Cuando llegan a la juventud, se desempeñan como hormigas niñeras, cuidando seriamente a las grandes larvas y pupas. En la edad adulta, continúan siendo fieles como hormigas obreras, trayendo alimentos del exterior del túnel o cavando un nuevo túnel. También hay hormigas soldado armadas con cuerpos grandes y cabezas y mandíbulas desarrolladas. Son soldados de confianza que protegen el reino y lo resguardan de los enemigos, como sugiere su nombre.

Hormigas obreras cuidando los huevos
Después de cortar las hojas, las hormigas cortadoras cargan los trozos de hojas

Las hormigas cortadoras de hojas, que comenzaron a cultivar mucho antes que los seres humanos, son un ejemplo perfecto de la división del trabajo. Las hormigas obreras cortadoras de hojas, que recolectan hojas y cultivan hongos, se dividen en cuatro clases desde el día en que nacen. Las más grandes son las hormigas soldado y las más pequeñas son las hormigas negras de jardín que se encargan de las larvas y los hongos. Las hormigas medianas cortadoras de hojas, cortan y transportan las hojas necesarias para la agricultura, y las hormigas más pequeñas que ellas son guardias, permaneciendo junto a las hormigas medianas y protegiéndolas de las moscas taquínidas. El hecho mismo de que cada una sea fiel al papel que se les asignó al nacer, es asombroso, y el poder que exhiben de esa manera es aún más sorprendente. La cantidad promedio de tierra que excava una colonia de hormigas cortadoras de hojas es de 20 m³, equivalente a 44 toneladas. En comparación con los seres humanos, se puede equiparar a la construcción de la Gran Muralla China. Es un poder increíble, considerando su pequeño tamaño.

La división del trabajo entre las hormigas se luce especialmente en tiempos de crisis. Volvamos a la situación que asumimos anteriormente. Si fuera una hormiga soldado, atacaría al invasor, y si fuera niñera, evacuaría las larvas a un lugar seguro. Podría ser una hormiga obrera que repararía los daños en la casa. En la sociedad de las hormigas, ser fieles a la tarea que se les ha encomendado es una forma de hacerse uno y es el método de supervivencia para proteger a los miembros de la colonia.

Sacrificio por la colonia

La mayoría de las hormigas obreras viven trabajando fielmente para su colonia, pero también hay hormigas que incluso van más allá de la fidelidad y muestran un hermoso sacrificio con sus deberes especiales.

Hormigas melíferas

Se trata de las hormigas melíferas que se encuentran en las regiones desérticas del sudoeste de Estados Unidos y Australia. Este nombre especial que nos recuerda a un popular personaje animado parece derivarse del rol de algunas hormigas obreras. En el metasoma almacenan miel, que traen sus compañeras hormigas, y cuelgan boca abajo del techo. Sus diligentes compañeras obreras, les traen miel constantemente, llenando su metasoma, el cual termina volviéndose varias veces más grande que su cabeza. Mientras esperan con el cuerpo hinchado, lo cual les hace casi imposible moverse, alguien finalmente llega y toca sus antenas. Es una señal de “hambre” de una hormiga compañera. Luego se retiran temporalmente y le dan a la hormiga hambrienta un poco de la miel que han estado almacenando. Para sobrevivir en el desierto donde hay escasez de comida y agua durante mucho tiempo, sirven a su colonia utilizando su propio cuerpo como almacén vivo.

Las hormigas tortuga que hacen agujeros en los árboles grandes y viven en ellos, han evolucionado para defenderse por completo de los invasores que buscan todas las oportunidades para atacar el reino. Los soldados de hormigas tortuga tienen una cabeza ancha y plana que usan para bloquear la entrada al hormiguero y vigilan todo el día. Si la entrada es demasiado grande, varias hormigas se disponen juntas bloqueándola con la cabeza. Cuando una hormiga de la misma colonia les golpea la cabeza con la antena, abren la puerta, pero nunca la abren a las hormigas de otra colonia. Permanecen en el mismo lugar todos los días. Su fidelidad es sumamente asombrosa.

Las hormigas carpinteras, que se encuentran en los bosques tropicales de Malasia, muestran un sacrificio extremo. Hay especies de hormigas que usan veneno cuando son atacadas, y las hormigas carpinteras son una de ellas. Las hormigas de otras especies inyectan veneno a sus enemigos al picarlos. Sin embargo, las hormigas carpinteras utilizan este método único de autosacrificio llamado “autolisis”. Rompen su propio abdomen, liberando sobre sus atacantes un líquido pegajoso mezclado con toxinas, y mueren poco después.

La dedicación de las hormigas obreras

El primer paso para establecer un reino de hormigas fuerte es mantener una relación cercana entre la hormiga reina y las primeras obreras. Cuando la hormiga reina se queda sola después del vuelo nupcial, no sale ni come nada para criar a sus crías de forma rápida y segura. La primera hormiga obrera madura necesita recolectar comida con diligencia y alimentar a la reina. Si la primera obrera muere, la reina también morirá por el desove continuo y la pérdida de energía. Entonces las obreras restantes no podrán sobrevivir mucho más tiempo. Por lo tanto, la primera hormiga obrera y la reina tienen una relación inseparable.

No solo la hormiga reina necesita la ayuda de las hormigas obreras, sino todas las demás hormigas la necesitan de sus hermanas mayores hasta que sean completamente adultas. Las larvas que acaban de salir de los huevos no tienen patas y no pueden moverse por sí mismas. Entonces, las obreras adultas traen comida y alimentan a sus hermanas menores que se retuercen débilmente y lloriquean. Además, cuando mudan a adultos, no pueden romper los capullos por sí mismos y necesitan ayuda del exterior. Las obreras que maduraron de esta manera, cuidan a las obreras de la próxima generación. Así es como las obreras dedican su vida y aman a sus hermanas menores.

En la fábula de Esopo titulada “La cigarra y la hormiga”, las hormigas son retratadas como insectos diligentes que almacenan comida para el futuro, en lugar de comer, relajarse a la sombra y disfrutar del tiempo libre. En efecto, las hormigas necesitan almacenar suficiente comida en verano, porque no hibernan en el invierno. Según la fábula, es natural que las hormigas busquen comida, pero en realidad, no es una tarea fácil para las hormigas obreras dejar su hormiguero y buscar comida. Las Pogonomyrmex californicus, una especie de hormiga recolectora del oeste de los Estados Unidos, a menudo tienen que luchar contra otras hormigas cuando abandonan su hormiguero en busca de alimento. En el feroz duelo por obtener una buena comida, alrededor del 6 % de las hormigas mueren por hora. Muchas otras hormigas obreras también mueren mientras intentan encontrar comida, ya sea al ser atacadas por depredadores o al perderse.

Salvo algunos casos especiales por las características de la especie, todas las hormigas obreras son hijas de la hormiga reina. Renuncian a tener su propia descendencia y dedican toda su vida a trabajar, ayudando a su madre y hermanos menores. Probablemente por eso se les llama “hormigas obreras”. Los animales hacen esfuerzos desesperados por dejar genes de acuerdo con su instinto biológico. Sin embargo, la devoción de las hormigas obreras está más allá del instinto, en comparación con otros animales.

La hormiga reina juega un papel clave en el reino de las hormigas

El gobernante supremo del reino de las hormigas es la hormiga reina. La reina puede ser fácilmente malinterpretada como una dictadora que solo da órdenes, por el nombre de “reina”, pero esto no es del todo cierto si examinan su vida.

El intento de una hormiga princesa de convertirse en reina es seguido por la muerte de miles de hormigas. La hormiga princesa y los machos, que han vivido esperando solo el momento de reproducirse, se arrastran o vuelan en busca de pareja. Sin embargo, los depredadores como las aves y las libélulas tienen como objetivo capturar el momento en que sus presas vuelan en grupo. Lamentablemente, la mayoría de las hormigas son comidas o mueren al caer al agua durante este proceso.

Incluso después de sobrevivir a un vuelo nupcial volando rápido con su energía almacenada y convertirse en nuevas hormigas reinas, las espera el próximo desafío: encontrar el lugar adecuado para establecerse sin ser capturadas por los depredadores. Sin embargo, no hay muchos lugares donde no vivan otras hormigas, sea un bosque con árboles viejos, una calle de la ciudad o un estacionamiento en un complejo de apartamentos. Aunque las hormigas reinas apenas logran aterrizar, muchas de ellas lo hacen accidentalmente en un lugar que ya está ocupado y mueren atacadas incluso antes de poner huevos. Esto varía según la especie, pero solo una de cada 500 a 10 000 hormigas se convierte en reina que forje con éxito su propio reino.

Después de lograr encontrar a duras penas un lugar para establecerse, la hormiga reina primero se quita las alas, usando sus patas medias y traseras. Como todavía no tiene hormigas obreras y es peligroso para ella salir a buscar comida, se nutre rompiendo los músculos de sus alas, que ya no necesita, o su tejido adiposo abdominal. De esta manera, alimenta a sus crías con secreciones que ella misma produce de las glándulas salivales. Su vida ha cambiado por completo desde el momento en que se convirtió en hormiga princesa, cuando solía comer sin hacer nada más. A medida que el número de obreras aumenta gradualmente, la reina se libera del cuidado de las crías. Sin embargo, en este momento está completamente agotada, ya que no ha comido nada en mucho tiempo. A partir de entonces, cumple con su deber de reproducción toda su vida, comiendo los alimentos que le proporcionan las obreras.

A simple vista, parece que la hormiga reina lleva una vida cómoda, siendo atendida por otras hormigas, pero es triste que tenga que poner huevos toda su vida. Aunque se le llama reina, no es como los reyes que dominan al pueblo. Es una madre que dedica su vida a construir y mantener un nido y a sus crías.

Los reinos de las hormigas, formados así, existen hasta que la reina muere y la última hormiga obrera termina su trabajo. Mientras tanto, nacen numerosas hormigas machos y hormigas princesas que compiten por sobrevivir. Si tienen éxito, pueden construir otro maravilloso reino de hormigas.

Los seres humanos y las demás criaturas vivientes que han sobrevivido en el ecosistema terrestre son animales sociales que viven con su sistema altamente desarrollado. La sociedad de las hormigas se asemeja a la de los humanos en muchos aspectos, como la división organizada del trabajo y las feroces luchas por la supervivencia. ¿No deberíamos los seres humanos aprender del trabajo en equipo y el sacrificio que siempre acompaña a las especies de hormigas desde la era mesozoica?

『Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y sé sabio; la cual no teniendo capitán, ni gobernador, ni señor, prepara en el verano su comida, y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento.』 Pr. 6:6-8

Referencias
Choi Jae-cheon, Descubrimiento del imperio de las hormigas (en coreano: 개미제국의 발견), Science Books, 1999
Bert Hölldobler, Edward O. Wilson, Journey to the Ants (Viaje hacia las hormigas), Belknap Press, 1994
Nam Sahng-ho, El mundo de las hormigas, una miniatura de la sociedad humana (en coreano: 인간사회 축소판 개미의 세계), Donga Science, 9.ª edición, 1994