La Pascua

Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.Jn. 6:53

La Pascua que hace que “los desastres pasen por encima”, se celebra al anochecer del catorce del primer mes según el calendario sagrado.

La Pascua es el día en que los israelitas fueron liberados de Egipto, donde habían trabajado como esclavos, a través de la sangre del cordero de la Pascua hace 3500 años. En la Pascua, Dios prometió hacer que todos los desastres pasen por encima y les ordenó que la celebraran como estatuto perpetuo para las generaciones futuras (Éx. 12:1-14). La noche anterior a la crucifixión de Jesús hace dos mil años, Él prometió que el pan y el vino de la Pascua serían su carne y su sangre. Así que podemos ser protegidos del último desastre y recibir la vida eterna al comer el pan y beber el vino de la Pascua, el símbolo de la carne y la sangre de Jesús (Jn. 6:53-58, Mt. 26:17-19, 26-28).

Jesús, sus discípulos y los miembros de la iglesia primitiva celebraron la Pascua (Mt. 26:17, 1 Co. 11:23-26), pero fue abolida en el Concilio de Nicea convocado por el emperador Constantino en 325 d. C. Como resultado, la Pascua no fue observada por más de 1600 años. Sin embargo, según la profecía bíblica, Dios mismo ha restaurado esta fiesta, y solo la Iglesia de Dios la observa en todo el mundo (Is. 25:6-9).