Entendimiento
Compartimos entendimientos grandes y pequeños que tenemos en nuestra vida diaria, caminando con Dios.
El hermano que vendí por mi pecado
Al leer la historia en Génesis sobre los hijos de Jacob que vendieron a su hermano José como esclavo a los madianitas por celos, llegué a pensar en muchas cosas. Más que nada, es una pena que cometieran ese pecado…
Kim Min-ju, desde Cairns, Australia
Léelo cuando me extrañes
Mientras hacía una tarea de la escuela, aprendí sobre los manuscritos. En el período de la dinastía Chosun de Corea, cuando las técnicas de impresión no estaban desarrolladas y no había muchos libros, era común transcribir los libros a mano.…
Lee Seon-mi, desde Seúl, Corea
El servicio de lavado de mi mamá
Después de dejar la casa para vivir en una residencia estudiantil por mis estudios, voy a casa una vez por semana para entregar la ropa usada para lavarla. Me quedo solo unas cuantas horas para descansar y comer, dejando trabajo…
Mary Rose Tandugon Tandoy, desde Ciudad Quezón, Filipinas
El amor maternal de la madre ave
Mientras estaba sacando los tallos de guisantes en un huerto con mi esposa, encontré el nido de un ave. Parecía que solo estaba el nido, así que no pensamos mucho en ello y lo lanzamos junto con los tallos de…
Nir Kaji Pakhrin, desde Katmandú, Nepal
El amor de la Madre que soporta todo
Cuando empecé a asistir a la escuela, me sentía emocionada por conocer nuevos amigos con quienes pudiera jugar y aprender, sin embargo, mi mamá no sentía lo mismo que yo. Desde el inicio del semestre, mi mamá me llevaba a…
Judy Anne Gaquit, desde General Santos, Filipinas
Preciosa vida, precioso evangelio
Mientras predicaba en un centro comercial, conocí a un alma que apenas había empezado a creer en Dios. Cuando un miembro y yo le preguntamos si podíamos mostrarle sobre Dios Madre que está testificada en la Biblia, ella respondió: “¡Por…
Joy Padua, desde Chicago, IL, EE. UU.
El consuelo de mi hija
—Mamá, me equivoqué en una pregunta del examen de hoy. Pude haberlo hecho mejor —expresó su frustración mi hija en cuanto llegó a la casa. —Está bien, cariño. ¡Puedes hacerlo mejor la próxima vez! ¿Hay algo que quieras cenar? Voy…
Na Su-yeon, desde Wonju, Corea
La razón por la cual el camino al cielo es seguro y tranquilo
Un día mientras predicaba el evangelio, una amiga de mi infancia vino a mi mente. Realmente quería entregarle las buenas nuevas de la salvación, pero no podía recordar cómo llegar a su casa. Me sentí frustrada y oré ansiosamente al…
Saru Baskota, desde Kirtipur, Nepal