A medida que la situación de la COVID-19 se prolongaba, los miembros de la Iglesia de Dios en el país y el extranjero llevaron a cabo campañas de donaciones y servicios voluntarios, con la esperanza de que todos superen esta crisis mundial.
El 8 de julio, los miembros de Ulán Bator, Mongolia, donaron 5000 mascarillas desechables y 5000 mascarillas de tela hechas a mano al Ministerio de Salud de Mongolia. Los miembros, que a menudo hacen y usan su propia ropa, hábilmente elaboraron las mascarillas. Anteriormente el 30 de junio, miembros de Los Ángeles, CA, y de Honolulu y Waianae, HI, EE. UU., entregaron 300 mascarillas hechas a mano a los funcionarios de Destructores de Misiles Guiados de la Marina de los Estados Unidos. Los miembros que trabajan en la sede de las Naciones Unidas, en Nueva York, EE. UU., también realizaron un seminario en línea sobre cómo elaborar mascarillas a través de una videoconferencia. No solo los empleados de la ONU, sino también los de empresas locales asistieron al seminario, y los miembros de nuestra iglesia compartieron con ellos cómo hacer mascarillas con ropa que no se usa con frecuencia, alentándolos a superar juntos la COVID-19.
También realizamos esfuerzos activos para proporcionar ayuda conveniente a cada región. Los miembros unieron sus corazones y entregaron alimentos y artículos de necesidad diaria como arroz, aceite de cocina, fideos instantáneos, huevos, leche, jabones, pasta de dientes, detergente y papel higiénico a los vecinos que sufrieron dificultades económicas debido a la COVID-19 en Filipinas, Indonesia, Chile, Argentina, Ghana, Uganda, Nigeria, República de Sudáfrica, etc. En Camboya, Nepal, Nueva Zelanda, etc., los miembros prepararon de todo corazón más de mil fiambreras de amor y las entregaron a los vecinos que se saltaban las comidas en una situación difícil como esta. Caracas, Venezuela, tuvo problemas con el agua corriente por un par de meses. Entonces, los miembros locales tomaron parte activamente y trajeron agua desde una distancia de 5 km para proporcionar a los residentes el agua que necesitan para vivir. En Siem Riep, Camboya, los miembros se contactaron con agencias gubernamentales y donaron productos alimenticios. En Ciudad del Cabo, República de Sudáfrica, la hermana Precious Malete entregó productos alimenticios a los vecinos y dijo: “Estoy muy feliz y agradecida de poder entregar productos necesarios a mis vecinos en una situación difícil como esta. Quiero que sepan que todos somos una familia y que nunca están solos”.
La campaña de ánimo organizada en abril por ASEZ, el Grupo de Universitarios Voluntarios de la Iglesia Dios, se ha llevado a cabo constantemente. Los miembros de ASEZ en Denver, CO, EE. UU., elaboraron mil mascarillas para ciudadanos, personal médico y funcionarios de prevención, y las entregaron al ayuntamiento de Denver. Los miembros de ASEZ en Cusco, Perú, también prepararon con esmero kits de regalo y escribieron cartas de apoyo para funcionarios locales, estaciones de policía y hospitales. En Manaos, Brasil, los miembros entregaron cartas y mascarillas hechas a mano a hogares de ancianos. El hermano Kris Keach, de la Universidad Marymount de California, participó en la fabricación de mascarillas y dijo: “Espero que podamos seguir prestando servicio durante esta pandemia del coronavirus. Reflexionaremos sobre lo que podemos hacer, y ayudaremos voluntariamente en la línea de frente”.
Los miembros planean ayudar a aliviar la escasez de suministro de sangre que se ha agravado desde el brote de la COVID-19, mediante la donación de sangre y certificados de donación.