Un hombre fue a la conferencia de una celebridad. Su conferencia era tan popular que el hombre apenas pudo comprar un boleto y entró en el auditorio. Como era de esperar, la conferencia fue muy informativa, y mientras la escuchaba, se sintió muy animado para llevar una vida mejor a partir de ese momento.
Algo de lo que se arrepintió fue de no haber llevado cuaderno ni bolígrafo. Ya que no podía tomar notas, le preocupaba que olvidara el contenido que quería memorizar por mucho tiempo, como comentarios directos e historias conmovedoras.
Después de la conferencia, se encontró por casualidad con la celebridad que estaba a punto de abandonar la sala. Saludó al conferenciante gentilmente. Después de una breve conversación, expresó cuánto lamentaba no haber escrito el contenido de la conferencia. Entonces la celebridad exclamó:
“El hábito de tomar notas es bueno, pero hay uno mejor. Es poner en práctica lo que conmovió su corazón. Si lo hace, nunca lo olvidará”.