Acusación falsa
Es meterse con alguien con comentarios astutos y maliciosos y decirle a su superior que la persona inocente ha hecho algo malo.
1. Los caldeos acusaron a los tres amigos de Daniel
Nabucodonosor, rey de Babilonia, proclamó que quienes no se postraran y adoraran la imagen de oro debían ser echados inmediatamente dentro de un horno de fuego ardiendo. A pesar de eso, los tres amigos de Daniel, Sadrac, Mesac y Abed-nego, no adoraron la imagen de oro. En ese momento, algunos caldeos que tenían celos de ellos los acusaron y pidieron al rey que los castigara.
Por esto en aquel tiempo algunos varones caldeos vinieron y acusaron maliciosamente a los judíos.Dn. 3:8
※Caldea era el nombre de una región del sur de Babilonia. Ya que los caldeos reinaban sobre Babilonia, Babilonia era llamada Caldea.
Ya que Sadrac, Mesac y Abed-nego no adoraron al ídolo a pesar del mandato del rey Nabucodonosor, encendieron la ira del rey y fueron echados dentro del horno de fuego calentado siete veces más de lo acostumbrado. El horno estaba tan caliente que las llamas de fuego mataron a los soldados que los habían alzado. Para quienes no habían adorado a otros dioses, sino solo a Dios, y rehusaron postrarse ante el ídolo sin temer a la muerte, Dios envió ángeles para proteger incluso los cabellos de sus cabezas de ser quemados.
2. Los gobernadores de los medos y de los persas acusaron a Daniel
Cuando Media-Persia, que destruyó Babilonia, tenía el poder, Darío constituyó a ciento veinte sátrapas para que gobernaran por todo el reino, con tres gobernadores sobre ellos, uno de los cuales era Daniel.
Daniel estaba revestido de la gracia y la sabiduría de Dios, y destacaba entre los administradores y los sátrapas por sus excepcionales cualidades, de modo que el rey quiso ponerlo sobre todo el reino. Viendo esto, los administradores y los sátrapas buscaron ocasión para acusar a Daniel en lo relacionado a los asuntos del reino, pero no hallaron falta alguna en él. Por eso tramaron un plan para hallar una falta en relación con la ley de Dios.
Propusieron al rey que proclamara un nuevo edicto de que cualquiera que en el espacio de treinta días rogara a cualquier dios u hombre fuera del rey, debía ser echado al foso de los leones. Según las leyes de los medos y los persas, una vez que el rey hubiera escrito un decreto, nadie podía revocarlo, ni siquiera el propio rey.
Aunque Daniel supo que el edicto había sido promulgado, se arrodillaba y oraba mirando hacia Jerusalén tres veces al día, como solía hacer antes. Había llegado el momento que estaban esperando los que querían hacerle daño a Daniel. Inmediatamente lo acusaron ante el rey.
Aunque Daniel era un preferido del rey Darío, ya que el rey no podía cambiar la ley de los medos y los persas, este se vio obligado a mandar que echasen a Daniel al foso de los leones. Aunque Daniel fue echado al foso de los leones, Dios envió a su ángel para que cerrara la boca de los leones. De este modo, Daniel pudo salir sano y salvo del foso de los leones la mañana siguiente. El rey Darío, que dio gloria a Dios, mandó que se trajese a los que habían acusado falsamente a Daniel junto con sus esposas e hijos y fueran echados al foso de los leones. Antes de que llegaran al fondo del foso, los leones se apoderaron de ellos y quebraron todos sus huesos.
“Y dio orden el rey, y fueron traídos aquellos hombres que habían acusado a Daniel…”Dn. 6:24
3. Amán acusó a los judíos
Cuando llegó el tiempo profetizado por Dios, Ciro rey de Persia mandó por escrito que todos los judíos podían regresar a su país. En ese entonces, también había personas que no pudieron regresar a su hogar.
Durante el reinado de Asuero rey de Persia, Ester, prima de Mardoqueo el judío, fue elegida como reina. Después de eso, el rey Asuero honró a Amán, y todos los oficiales del rey que estaban a la puerta del rey se arrodillaban, pero Mardoqueo el judío no se arrodillaba ni se humillaba. Amán se llenó de ira por eso. Sabiendo que Mardoqueo era un judío que había sido llevado cautivo, Amán acusó a los judíos delante del rey y trató de matarlos.
“Y dijo Amán al rey Asuero: Hay un pueblo esparcido y distribuido entre los pueblos en todas las provincias de tu reino, y sus leyes son diferentes de las de todo el pueblo, y no guardan las leyes del rey, y al rey nada le beneficia el dejarlos vivir.”Est. 3:8
De este modo, se promulgó y envió por todo el reino un edicto para que mataran a todos los judíos. Ya que una crisis tan grave afectaba a los judíos, la reina Ester hizo un gran esfuerzo por salvarlos, preparándose para afrontar la muerte. Así, estos pudieron vencer a sus enemigos; y Amán, que acusó a los judíos, fue colgado en la horca que había preparado para Mardoqueo.
4. El diablo acusó al pueblo de Dios
Nuestro enemigo el diablo tentó al pueblo de Dios para que pecaran en el cielo y los acusó delante de Dios.
“Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él. Entonces oí una gran voz del cielo que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.”Ap. 12:9-10
Los malvados que acusaron a Daniel y lo echaron al foso de los leones, finalmente fueron echados al foso de los leones y les fueron por presa tras ser castigados con el mismo método que ellos habían escogido. Y Amán, que acusó a Mardoqueo y preparó una horca para colgarle, también fue colgado en la horca que él mismo había preparado, y los que trataron de matar a los judíos junto con Amán también fueron finalmente muertos del modo que ellos mismos habían escogido.
Cuando vemos los escritos de acusaciones en la Biblia, todo el conjunto de personas que acusaron al pueblo de Dios fueron atrapados en el lazo que ellos mismos prepararon para dañar al pueblo de Dios, y fueron destruidos. Nuestro enemigo el diablo que nos acusó ante Dios para dañarnos, también terminará siendo destruido por el mismo medio que él había preparado para herir a los hijos de Dios.
He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. (Ap. 2:10)