Satanás, el diablo, debilita nuestra fe en el mundo espiritual, y nos hunde en la ruina y la destrucción por medio de cosas seculares (los bienes materiales, el honor, los padres, los hijos, las disputas, el odio, el poder, el dinero, el amor, los celos, la envidia, la reputación, etc.), de modo que no podamos entrar en el reino de los cielos. Debemos mantener nuestra fe hasta que entremos en el cielo, obteniendo la victoria sobre la tentación de Satanás.
1. ¿Cómo nos tienta el diablo?
- Por los bienes materiales, cuando sufrimos falta de bienes.
- Haciéndonos dudar de la providencia de Dios.
- Mostrándonos la posesión o gloria de este mundo, haciéndonos preferir las cosas mundanas y dejar de creer en Dios.
- A través de idolatrías.
- Haciendo que nuestra familia (padres, hijos, esposa, esposo) o nuestros conocidos (vecinos, amigos) causen impedimentos a nuestra vida de la fe.
- Incrementando nuestros bienes, haciendo así que nos dediquemos a hacer dinero en lugar de adorar a Dios.
- Haciéndonos dudar de la verdad mediante la falsedad.
- Usando la violencia o las amenazas para obstaculizar nuestro proceder con respecto a Dios.
- Causando divisiones entre los hermanos, y haciendo que se odien unos a otros, a fin de que no puedan mantenerse unidos. Esta es la tentación más seria.
2. ¿Cómo podemos vencer la tentación de Satanás?
- Velando en oración para no caer en tentación (Mt. 26:41).
- Estableciendo la fe firme (Ef. 6:16); la fe es un arma que nos permite resistir al diablo y vencer al mundo (1 Jn. 5:4).
- Dependiendo de las palabras de Dios (Mt. 4:2-11).
- Teniendo paciencia y soportando la tentación (Stg. 1:2-4).
- Fiándonos solo de Dios.
- Tomando toda la armadura de Dios (Ef. 6:13).
- Haciéndonos piadosos. Dios libera de la tentación a los piadosos (2 P. 2:9).
- Amando a los hermanos mucho más cuando Satanás nos tienta a odiarnos unos a otros, para que Satanás se retire.
La razón por la que Satanás nos tienta es para hacernos pecar, extraviarnos, perder la fe, rebelarnos contra Dios, y finalmente seguirlo. En otras palabras, la tentación es una trampa de Satanás para destruir nuestras almas y guiarnos al infierno. Satanás considera destruir almas como su mayor placer. Debemos superar las tentaciones de Satanás pensando en el eterno reino de los cielos.
- Preguntas de reflexión
- ¿Cómo podemos superar las tentaciones?
- Compartamos unos con otros cómo hemos superado las tentaciones.