¿Las peleas de pareja se solucionan pronto?

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Es bueno reconciliarse pronto después de una discusión, pero mejor es no convertir una discusión en un pleito.

Los cónyuges pueden pelearse como enemigos, pero luego reconciliarse pronto, como si nada hubiera pasado. Por eso hay un refrán coreano que dice: “Las peleas de pareja se solucionan pronto”. Sin embargo, suena inconsistente en estos días. La tasa de divorcios en Corea sigue aumentando año tras año, y hay muchos accidentes y crímenes causados por peleas entre marido y mujer.

La gente dice que después de la tormenta viene la calma. Pero si rebasa el límite, la tormenta estará fuera de control. Si hay una grieta en la porcelana, terminará rompiéndose. De la misma manera, si una pelea continúa entre marido y mujer, no importa cuán pequeña sea, pueden cansarse de ella y distanciarse. Sería imposible para las parejas casadas no tener ningún conflicto, pero las parejas sabias se esforzarían por evitar que un conflicto se convierta en una riña.

¿Por qué discuten a pesar de haberse casado por amor?

Una pareja de esposos fue a la corte después de una discusión acerca de si debían comer patatas al vapor con azúcar o con sal. Después de escuchar su historia, el juez dijo: “Yo las como con pasta de pimiento”.

La razón por la que surgen los conflictos en las parejas casadas es que son diferentes el uno del otro. Se expresan de forma diferente y tienen diferentes gustos. Tienen diferentes hábitos de sueño, y la forma en que ponen la pasta dental en el cepillo de dientes también es diferente. Incluso los gemelos que salen de la misma matriz al mismo tiempo, tienen diferentes personalidades. Entonces, ¿qué sucede con un hombre y una mujer que crecieron en diferentes ambientes hasta hacerse adultos?

Aunque se casaron por amor, llegan a tener problemas por el dinero, la educación de sus hijos, la relación con los suegros, las tareas del hogar, la manera de hablar, etc. Tales conflictos conducen a las peleas, más aún cuando no tienen un fuerte vínculo emocional como pareja. Si los cónyuges cuyo vínculo es débil tienen un problema, es probable que se culpen, odien o se eviten el uno al otro. Sin embargo, una pareja que tiene un fuerte vínculo trata de encontrar la manera de resolver el problema juntos.

Como vemos en la historia antes mencionada, no tiene sentido ver qué es correcto, ya sea comer patatas con sal o con azúcar. Si alguien es diferente de usted, eso no quiere decir que esté equivocado. ¿Y si el esposo y la esposa hubieran dicho: “Siempre he comido patatas con azúcar, pero esta vez las probaré con sal”, o: “Vaya, patatas con sal, suena bien”? No habrían ido a los tribunales, sino que habrían disfrutado de las patatas juntos.

Cosas para tener en cuenta durante los conflictos

1. Use los oídos más que la boca

Si solo trata de decir lo que quiere expresar, sin tratar de escuchar a la otra persona, solo provocará conflictos. Trate de escuchar más que hablar. Si presta oídos a la otra persona, podrá entenderla. Con solo oírla hasta que haya terminado de hablar, puede apagar el fuego de la disputa antes de que se agrave.

Cuando hable, no trate de disciplinar ni quejarse, sino haga que el oyente conozca sus pensamientos o sentimientos. En lugar de decir “tienes que hacerlo”, o “causaste esto”, trate de decir “me ayudas con esto” o “cuando actuaste así, eso hirió mis sentimientos”. Si se habla en primera persona, su conversación será mucho más fluida.

2. Evite palabras que provoquen ira

Mientras discuten, los cónyuges a menudo olvidan la causa fundamental de la discusión, y se aferran a lo que la otra persona dice, y hablan mal el uno del otro. Hay cosas que se deben evitar, aunque el conflicto se agrave y se enfaden. No se debe hablar sobre los puntos débiles de la otra persona, como la apariencia, la formación académica, los antecedentes familiares o los errores del pasado, y compararla con alguien más. No se debe hablar con sarcasmo o cinismo. Por supuesto, se debe evitar maldiciones y palabras abusivas. Si lastima sus sentimientos a propósito, dejándose llevar por sus sentimientos, será como echar leña al fuego. Debe procurar no herir sus sentimientos con palabras; estos términos hieren el corazón del oyente, y la cicatriz dura mucho tiempo y causa otro conflicto.

3. Hable en voz baja

Una vez que levanta la voz, ya no es una conversación, sino una discusión. Si habla en voz alta y airada, la comunicación no será fluida, sino que perturbará al oyente. La gente dice que se debe gritar cuando tenemos un accidente automovilístico, para ganar, pero los conflictos conyugales no son un asunto de ganar o perder. Aunque su cónyuge levante la voz primero, por favor usted no la levante. En cambio, baje la voz y trate de tener una conversación calmada. Si aun así no funciona, salgan de ese lugar por un momento y piensen en lo que hizo que ambos se enfadaran y en cómo resolver el problema, y luego intenten continuar nuevamente con la conversación.

4. No discutan delante de sus hijos

Un espectador inocente resulta herido en una discusión. La mayor víctima de una discusión entre marido y mujer es el hijo. Un niño se siente extremadamente incómodo y asustado cuando ve discutir a sus padres, e incluso puede sentirse culpable. Cuanto más a menudo suceda, es menos probable que el niño permanezca emocionalmente estable. Si sucede que inevitablemente llegan a discutir delante de su hijo, explíquenle que mamá y papá tienen ciertas discrepancias y que están tratando de llegar a un acuerdo.

5. No prolongue una discusión

Percy Arrowsmith (105 años), que rompió el récord del matrimonio más largo en Inglaterra en 2005, explicó su secreto para una feliz vida matrimonial de ochenta años. Era decir “te amo” o “lo siento”

lo más frecuentemente posible, y cada vez que tenían una discusión, se aseguraban de reconciliarse antes de ir a dormir.

No es bueno prolongar una discusión. De nada sirve tratar de guardar la reputación o mantener el orgullo entre los cónyuges. La gente dice: “Perder es ganar”. Es preferible aceptar la opinión de su cónyuge y tratar de reconciliarse primero.

Una pareja de esposos han de respetar y comprender sus diferencias toda su vida. Si intenta cambiar a su cónyuge de la manera que desea mientras usted mismo no cambia, los conflictos nunca terminarán. John Gottman, profesor conocido por su trabajo en la estabilidad y relación conyugal, dice que el 70% de los conflictos en las parejas casadas no tienen solución. Entonces, ¿cómo pueden convivir con tantos problemas? La respuesta es sencilla. Todo lo que necesita hacer es aceptar a su cónyuge tal como es. Por supuesto, si su cónyuge tiene un problema que podría destrozar su vida conyugal, tiene que solucionarlo. Sin embargo, si se trata de cosas sin importancia, debe tener una mente tolerante para pensar: “No es un gran problema”.

Usted está para cuidar y proteger a su cónyuge. Si su cónyuge es feliz, usted también puede ser feliz. La pareja de esposos son un solo cuerpo y alma, ¿no es cierto? Ni siquiera tenemos suficiente tiempo para amarnos mutuamente, así que cubramos las faltas y ayudémonos en los puntos débiles, y creemos un hogar lleno de felicidad.