Un camión se incendió en un túnel. El conductor hizo un movimiento rápido para apagar el fuego con el extintor que tenía en su camión, pero no era suficientemente fuerte. En ese momento, tres personas con trajes salieron de un automóvil que pasaba por allí, evacuaron al conductor, tiraron de una manguera contra incendios que estaba instalada en el túnel y comenzaron a apagar el incendio. El fuego se apagó por completo en treinta minutos por los esfuerzos que hicieron, confrontando las llamas rojas y la niebla que llenaban el túnel y por la ayuda del camión de bomberos que llamaron y llegó. Estas personas, que evitaron que el accidente empeorara actuando rápido, eran bomberos camino al funeral de uno de sus conocidos. Combatieron el incendio sin equipo de protección, pero en una entrevista declararon: “Cualquier bombero habría actuado instintivamente en esa situación. Simplemente hicimos lo que se suponía que debíamos hacer”.
Hubo un paciente de emergencia en un avión internacional. Los auxiliares de vuelo buscaban desesperadamente un médico entre los pasajeros. Al escuchar el anuncio, dos personas vinieron corriendo. Eran cirujanos vasculares. Los médicos descubrieron que la vejiga del paciente anciano, que tenía más de setenta años, estaba hinchada de orina y que corría el riesgo de reventarse. Era muy crítico. Los médicos comenzaron un tratamiento de inmediato. Uno de ellos hizo una manguera de orina temporal con un tubo de plástico de una máscara de oxígeno y la pajita de una caja de cartón de leche, etc., y lo insertó en el cuerpo del hombre, y el otro succionó la orina del paciente con la boca a través de la pajita. Mediante su dedicado tratamiento, el paciente se estabilizó unos treinta minutos después, y el avión llegó al destino con seguridad. Mientras la gente pronunciaba halagos, ellos decían: “Simplemente seguimos el instinto de un médico. Solo hicimos algo común como médicos comunes”.
¡Qué afortunado y grato sería que hubiera alguien capaz de rescatarlo, y que usted reciba ayuda al sufrir un accidente repentino! Médicos, enfermeras, bomberos, rescatistas… Las personas que son capaces de salvar vidas no distinguen entre su tiempo de servicio y el tiempo libre. Se lanzan para rescatar a las personas en peligro. Llamamos a estas personas, héroes.
Lo mismo se aplica al mundo espiritual. ¡Qué afortunado y grato será que las personas a las que se les ha dado la capacidad de salvar vidas, se acerquen a todas las personas del mundo cuyas vidas espirituales están en estado crítico debido a las transgresiones y los desastres! ¡Cuánto exclamarán los seres celestiales por esas noticias y los alabarán, llamándolos héroes!
Los miembros de Sion, que han salido para el trabajo de rescate espiritual, están realizando todos los esfuerzos por predicar la palabra de Dios a tiempo y fuera de tiempo para salvar al menos un alma más, y las buenas nuevas de salvación y las fragancias de Cristo se están difundiendo a cada rincón del mundo. Es el resultado de ser fieles al “instinto de rescate” espiritual, que es el amor que el Padre y la Madre celestiales han sembrado en nosotros a través de la verdad del nuevo pacto.