Las palabras reflejan nuestra personalidad porque contienen nuestros pensamientos y emociones. Por lo tanto, como hijos de Dios que recibieron la promesa de la salvación, debemos glorificar a Dios con palabras de gracia y gratitud.
A partir de ahora, estudiaremos la Biblia para ver qué clase de palabras quiere Dios que usemos.
1. Debemos desechar la malicia y hablar buenas palabras
“Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.” Ef. 4:29-32
La Biblia enfatiza desechar la malicia y hablar buenas palabras. Dios nos ha perdonado a quienes cometimos incontables pecados, sin ningún costo. En nuestra vida en ocasiones nos enojamos; no obstante, debemos deshacernos rápidamente de nuestro enojo, pareciéndonos a Dios, quien es misericordioso y bueno. Debemos obedecer y seguir la voluntad de Dios, que no quiere que pequemos de nuevo, y decir palabras buenas y de gracia para la necesaria edificación.
2. Debemos decir palabras de gracia
“Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo. Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.” Col. 4:5-6
Así como rociamos la cantidad adecuada de sal para que la comida sepa bien, debemos hablar palabras sabias y de gracia para mantener relaciones armoniosas con los que nos rodean y guiarlos a los brazos de Dios. A veces, vemos una discusión que ocurre debido a que alguien se jacta excesivamente de sí mismo y dice palabras que hieren los sentimientos de los demás. Este problema surge cuando decimos palabras sin consideración. Mientras consideramos a los demás, debemos salvar almas con palabras de gracia y sabias y glorificar a Dios.
- Preguntas de reflexión
- ¿Cuál es la razón por la que debemos desechar la malicia y hablar buenas palabras?
- Recordemos un momento en que escuchamos palabras de gracia y sabias.